Los ganaderos gallegos no recuerdan una subida del precio de la leche tan intensa como la de este año. Lo que cobran por cada litro de ese oro blanco que ponen en el mercado acumula desde enero un repunte que en el caso de las explotaciones mejor pagadas supera el 60%. En dinero son hasta casi 22 céntimos más por litro en un lapso de apenas diez meses, una situación que, al menos en los últimos tiempos, no tiene precedentes. Y todo indica que esta tendencia seguirá.
La principal razón por la que el precio en origen de este alimento se ha disparado hasta niveles nunca vistos no es el encarecimiento de los costes de producción que afrontan las granjas. Lo que ocurre fundamentalmente es que se produce menos leche para dar respuesta a la demanda y eso es un foco de preocupación para la industria. Así, las empresas que envasan la materia prima y la transforman se afanan en atraer productores y evitar que los que le venden la leche se vayan a la competencia. La vía que tienen es mejorar los precios que pagan.
Una de las últimas empresas en mover ficha ha sido Entrepinares, con una subida que ha roto el mercado y descolocado al resto de industrias que operan en Galicia. Esta firma dedicada a la fabricación de quesos con raíces en Valladolid y una fábrica en Vilalba ha cogido ventaja en la carrera por mantener cuota de mercado al garantizar a todos los ganaderos con los que trabaja en Galicia -más de 170- un precio base de 57 céntimos por litro para las entregas de octubre.
No hace tanto que las organizaciones agrarias denunciaban la presencia de cartones de leche en los supermercados en el entorno de ese precio o incluso por debajo. Ahora lo cobran al menos una parte de los productores.
Este golpe en la mesa que ha dado Entrepinares va a arrastrar a las demás industrias a subir los precios a las granjas que las proveen de materia prima para conservarlas y no quedarse descolgadas. Y es que, de un mes para otro, el mayor fabricante nacional de quesos ha elevado siete céntimos el importe base que paga por litro a los productores gallegos: de 50 céntimos en septiembre a 57.
El incremento acumulado desde inicios de año supera el 60%. A este importe hay que sumar el Iva y las calidades, en función del aporte de grasa y proteína de la leche. Entrepinares demanda unos niveles por encima del estándar porque prioriza el contenido de sólidos, pero también paga más que la media. Así, este mes habrá explotaciones que le suministran leche que cobrarán más de 60 céntimos.
Entrepinares hizo esa apuesta en un momento de poca renovación de contratos en Galicia, pues a la mayoría les toca revisión de cara a la primavera. Los precios más altos que se estaban firmando entonces se movían en el entorno de los 52 o 53 céntimos para las granjas más grandes, con lo que el alza ofrecida por el fabricante de quesos dejó al resto de industrias claramente por detrás.
“Isto demostra que certas empresas estaban freando a subida do prezo”, sostiene Óscar Pose, responsable del sector lácteo en Unións Agrarias.
A las demás industrias les está costando acortar distancias, salvo a aquellas que transforman la leche en productos de valor añadido sin limitarse a envasarla, y se percibe tensión en el mercado. De hecho, hay industrias que ya están ofreciendo precios cercanos.
RAZONES. ¿Por qué Entrepinares se desmarcó con esa fuerte subida en octubre? La empresa lo vincula con el encarecimiento de los costes de producción, señala que ya van “muchos meses” de alzas mensuales y que es algo “generalizado”
Hay otros factores que han podido influir. Uno de ellos es que tocó renovación de contratos para los productores lácteos de Castilla y León, donde la empresa tiene una fábrica en Zamora y un centro de envasado y logística en Valladolid. Allí los ganaderos hicieron presión para llegar a los 60 céntimos por litro y eso pudo tener efecto en Galicia, donde la firma recoge unos 200 millones de litros al año.
La subida de Entrepinares también se produjo en un contexto en el que Mercadona, a la que provee de quesos, fue foco de las críticas de organizaciones agrarias que acusaban a la cadena de contribuir con sus precios en los lineales a que se pagara poco a los ganaderos en un escenario de costes de producción desbocados.
El grupo acabó subiendo seis céntimos la leche de Hacendado, envasada una parte en la planta de Naturleite en Meira, la filial gallega de la cordobesa Covap. Fue horas después de que Entrepinares comunicara esa subida hasta los 57 céntimos.
Otro elemento importante a tener en cuenta es que la producción de leche, materia prima esencial para la industria, se está reduciendo. En el conjunto de España ha caído hasta agosto un 1,55% en comparación con un año antes y se prevé que esa tendencia pueda seguir, alimentada sobre todo por el abandono de explotaciones por falta de relevo generacional. Las empresas buscan, pues, asegurarse el suministro que necesitan.
Entrepinares descarta “problemas de abastecimiento en el corto plazo” o dificultades para retener granjas. De hecho, en los últimos meses incorporó ganaderías.
“Venimos de estar mal, de perder dinero y quitar vacas, y ahora falta leche”
La leche, que hace poco tiempo se pagaba a 30 céntimos, “hoy va a 48 y 49 y la previsión es que siga subiendo, porque no hay”, dice José Manuel Castro, que en estos momentos tiene 110 vacas en producción en la parroquia lucense de San Xoán do Campo.
A él la subida de precios le ha supuesto cierto alivio, pero dice que la situación de los productores sigue lejos de ser boyante. “Mi recibo de la luz estaba en 800 euros y hoy, a pesar de que tengo paneles solares, la factura ha subido a 2.000 euros”, cuenta. Y también han subido los precios del pienso. “Yo estoy pagando entre 130 y 150 euros la tonelada desde hace un año y no queda más remedio que pagar, porque sin pienso no produces”, dice.
Castro mantiene la producción de leche, aunque llegó a quitar alguna vaca porque los costes eran insostenibles y lo que percibían los ganaderos por la leche no compensaba.
“Venimos de estar muy mal, de años de perder dinero, y así estamos ahora, que no llega la leche que hay. Y el problema no será fácil de solucionar, porque poner un animal en producción lleva dos años y todo ese tiempo hay que gastar dinero en alimentación y sanidad”, recuerda.
“Para cubrir custos o leite ten que situarse nos 60 céntimos ou superalos”
Juanjo Fraga tiene la mayor ganadería de A Mariña, con más de 500 vacas de leche en A Lagoa (Alfoz) y unas 300 en Arante (Ribadeo). Asegura que el incremento en el precio no es suficiente para cubrir los gastos y sitúa por encima de los 60 céntimos un precio justo para el productor.
“No meu caso a luz subiume un 300%, nunha das ganderías pago 1.376 euros só do imposto do gas, en total 3.800 euros, e na outra 3.300 euros”, asegura. El gasto más elevado en la explotación es el de la alimentación, que en buena parte procede de los concentrados, que le subieron “nun 80 ou nun 90%”.
Hay ganaderías, dice, que solo en alimentación gastan lo equivalente a más de 40 céntimos el litro. “Para 2023 espérase que os custos sigan subindo e o leite ten que situarse en torno aos 60 céntimos ou superalos”, incide.
El ganadero cree que esta tendencia alcista se mantendrá, pues “non hai leite nin capacidade para aumentar a produción”.
“Todo o que suba o prezo ao que nos paguen o leite vai axudar moito”
Abel Carballo es uno de los dirigentes, junto a sus padres y a su hermano, de la ganadería A Lagoa Serabel S.C., ubicada en el concello de Xermade, que vende la leche que producen sus vacas a Entrepinares.
“O pronóstico é que o leite deste mes o paguen a 57 céntimos o litro, pero é algo que non sabemos fixo ata que se acabe e nos veña o ingreso”, explica, añadiendo que la subida es “coa leite do mes de outubro, que se paga en novembro“.
Abel apunta además que la leche ya subió “no abono do mes de setembro, pasando de pagarnos 48 a 50 céntimos por litro, que xa se notan”.
“Eu creo que vai subir ata chegar a 60 céntimos aproximadamente, pero que despois cando o mercado volva á normalidade vai baixar de novo”, explica, afirmando que esto es peligroso en caso de que “os prezos dos piensos, da luz e de todo o necesario siga subindo, xa que se van perder cartos e pode desencadear na desaparición de explotacións”.
Y es que esta subida del precio al que pagan la leche a las ganaderías está ayudando a compensar los gastos y haciendo que “os custos, a pesar de subir, sexan asumibles, por agora”.