“Esto elevaría la producción mundial de leche a 292.500 millones de litros, 2.900 millones de litros más que la cifra estimada para la producción de 2019”, dijo la analista de AHDB Jennie Tanner.
La cifra comprende una caída en la producción en Australia, golpeada por la sequía, los incendios y los altos costos del agua y alimentación.
La estimación de producción para Nueva Zelanda es de estabilidad, ya que es poco probable que supere la producción récord de la temporada pasada, agregó la analista.
A pesar del aumento general de la producción, se espera que la creciente demanda de productos lácteos deje sin efecto el impacto de una producción adicional.