Los establecimientos aún acarrean los efectos de la sequía: menor producción de leche, reservas con bajo nivel de proteína y precios por debajo de la inflación. Esperan que con menos vacas el precio suba y que las lluvias aporten más cantidad y calidad forrajera para el otoño
Crisis económica, tres períodos de sequía acumulados, un tipo de cambio diferencial que impactó en alimentos y en los alquileres principalmente, precios de la materia prima pisados para contener inflación, y cobrar tarde lo producido a un valor de hace 60 días es una receta verdaderamente insostenible para producir leche cruda. Los tambos cordobeses no dan más.

Gabriel Terreno es productor lechero en Sacanta (departamento de San Justo) cuenta con un rodeo de 300 vacas, tiene un vasto conocimiento de la actividad. El establecimiento fue fundado por su padre hace 40 años, él lleva casi 30 al frente, alquila el 100% de la superficie y tiene 12 colaboradores entre directos e indirectos. “Nunca vi dos cosas juntas; crisis económica y una sequía agónica”, le dijo a Agrovoz.

Actualmente los tambos están enfrentando deudas bancarias y comerciales. “Muchos productores se comieron los ahorros, algunos vendieron maquinaria, otros hasta cerraron, entre ellos unos 30 en el departamento San Justo”, detalló Alejandro Centeno jefe de la Agencia de Extensión Rural del Inta San Francisco.

El técnico desmitificó la creencia de que cierran los tambos más chicos, que por los general trabajan sobre un porcentaje mayor de tierras propias con mano de obra familiar, y sostiene que fueron los medianos a grandes los que sufrieron todo el peso de la crisis.

En Ordoñez, departamento Unión, Diego Cervigni está al frente de uno de los establecimientos tamberos más importantes de la región con una producción de 20 mil litros de leche diarios.

En 2019 introdujo robots de producción holandesa que reemplazar a la tradicional sala de ordeñe, atendiendo al crecimiento en cantidad de animales que había logrado.

“Incorporamos los robots para mejorar la calidad de ordeñe, brindar buenas prácticas al animal, mejorar las condiciones laborales de los operarios, entre otros beneficios”, contó el productor, que aseguró que le quedan inversiones por hacer, como la instalación de alimentadores automáticos, a la espera del devenir del sector.

“Tenemos un robot que contribuye en la preparación eficiente de la dieta y un galpón tecnificado para descanso y resguardo del animal”, detalló el Cervigni que gestiona 450 animales con la colaboración de 10 personas.

TAMBOS. La producción de leche espera una mejora en la oferta de reservas, de cara al próximo otoño. (Gentileza Inta San Francisco)
TAMBOS. La producción de leche espera una mejora en la oferta de reservas, de cara al próximo otoño. (Gentileza Inta San Francisco)

Baja calidad de alimento, menos productividad. “La principal fuente de alimentación de la región es la pastura de alfalfa, le sigue el silaje de maíz y en tercer lugar vienen los concentrados. Los porcentajes de la dieta actual son 40%, 30% y 20% respectivamente”, explicó Centeno. Los productores tuvieron que comprar, con sobreprecios, maíz y sorgo que no servían para la agricultura. Debido a estas condiciones (grano malo) aportó a la dieta valores bajos de energía y proteína animal.

“El grano de maíz tenía poco almidón y el de soja poco aceite, eran granos chicos y dañados, por eso el expeler de soja que es la proteína, fue bajo. Así, la calidad de comida repercute en la productividad y la leche que llega a la industria no tiene los mismos sólidos totales”, explicó Terreno, quién detalló que un rendimiento bueno es cuando de 100 litros de leche se obtiene un 13% de sólidos.

“Ahora está rindiendo 11%”, aseguró. El mismo Terreno vaticina que la problemática de energía para el animal se va a resolver a mediados de este año, con las reservas para el otoño recién sembradas.

“Entre marzo y abril tendremos reservas forrajeras, y lo que es grano en junio y julio”, explicó.

En el caso de la soja, “viene evolucionando y tendremos proteína a mediados de marzo”.

Durante los años de sequía los tambos pierden la capacidad de reservas de alimento, hoy el escenario, desde lo climático, ya cambió. “Gran parte de los cultivos, como el maíz para reserva, está recién plantado y la perspectiva es un poco más optimista”, según Cervigni.

Desde Inta San Francisco calculan que por la seca un 80% de los establecimientos tamberos quedaron sin reservas.

“Se incrementó el uso de concentrados, con el consecuente incremento de los costos. Actualmente la recarga hídrica de los suelos empezó a recomponerse y los cultivos para reservas hacia el otoño-invierno vienen con excelentes condiciones”, sostuvo el jefe de la agencia del Inta.

Se achican rodeos. El Mercado Agroganadero de Cañuelas nunca vio tantas vacas lecheras como en estos tiempos, con picos de ingreso de a decenas de miles algunos días.

Al respecto, Centeno señaló que “las vacas que se liquidan van a frigorífico porque los demás tambos tampoco las pueden comprar por falta de alimentos: se limpian los rodeos sacando animales menos productivos”. Los pocos establecimientos que compraron vientres ya están a tope.

TAMBOS. La producción de leche espera una mejora en la oferta de reservas, de cara al próximo otoño. (Gentileza Inta San Francisco)
TAMBOS. La producción de leche espera una mejora en la oferta de reservas, de cara al próximo otoño. (Gentileza Inta San Francisco)

“Los productores lecheros venden vacas; es doloroso para mí porque son vacas que se terminan de ordeñar y se cargan”, remarcó Terreno y el dolor está marcado por la perspectiva familiar de muchos tambos que tienen décadas, “Sucede que la juventud no mira el tambo como futuro de vida”, dijo.

Con tambos más chicos esperan mejores precios. El precio de leche del mes de noviembre como rentabilidad para los productores fue de unos 150 pesos, ese precio se conoció en diciembre y sobre fin de ese mes (cerca del 27) empezaron a hacerse efectivos esos pagos.

Para graficar los números del sector, Terreno, remarca la siguiente referencia: “Con un litro de leche, vos tenés que comprar un kilo de soja. La soja en los primeros días de enero llegó a 265 pesos, estamos 115 pesos en contra. Con el maíz la referencia es que con un litro de leche, tenés que comprar dos kilos y medio, hoy el maíz esta igual que la leche aproximadamente, seguimos para atrás”, graficó.

Asimismo indicó que por la leche entregada en diciembre, el valor que recibirán los productores rondará los 200 pesos el litro, si “el Gobierno deja de pisar los valores, deja de meterse, empieza a fluctuar todo más libremente y los tambos se achican”.

Sin embargo, ese precio tampoco alcanzará porque ningún sistema productivo puede funcionar con pagos a 60 días.

“Nuestras vacas comen en dólares y producen en pesos. Yo produzco la leche, la mando a la industria, ahí se procesa, la envían a la cadena de distribución, de ahí pasa al supermercado que la vende. A partir de entonces, toda esa rentabilidad tiene que empezar a retroceder hacia atrás por eso te pagan tan lejos. Sin embargo, para comprar alimento, tengo que poner la plata y a sobreprecio. Súmale que diciembre tuvimos un 30% de inflación. No hay corazón que aguante. Eso es lo que nos está pasando”, lamenta y lo último que parece dejar de lado es la esperanza.

TAMBOS. La producción de leche espera una mejora en la oferta de reservas, de cara al próximo otoño. (Gentileza Gabriel Terreno)
TAMBOS. La producción de leche espera una mejora en la oferta de reservas, de cara al próximo otoño. (Gentileza Gabriel Terreno)

“Yo creo que la lechería se va a terminar de acomodar en febrero. Los tambos están secando vacas, dejan de producir, termina la gestación y se preparan para volver a empezar en marzo cuando comienzan nuevamente los partos. Esperamos que el precio se vaya acomodando”, señaló.

Romper con el individualismo. Diego Cervigni reflexionó acerca de la problemática del individualismo en la lechería.

“A la hora de la comercialización de la leche, nos entregamos con las manos atadas a la industria para que nos lleven la leche y le pongan el precio que ellos quieran y es un precio que conocemos 15 días después. Trabajamos sin saber cuánto vamos a cobrar. Creo que los productores necesitamos unirnos para cambiar el paradigma de la comercialización de leche. No podemos seguir en estas circunstancias”, dijo.

Continuó diciendo que durante estos últimos meses la industria entró en decadencia, “nos manipulan de muchas formas y no tenemos el precio que merecemos. De manera conjunta podríamos obtener muchos mejores resultados”.

En el mismo sentido, Terreno asegura que “solamente el amor por la actividad es lo que prevalece a la hora de seguir adelante. Es mucho más fácil hacer agricultura que hacer lechería”, reconoce, al tiempo que afirma que desde hace más de un año la lechería no puede competir con la soja como sistema productivo.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter