La producción mundial de leche en las principales regiones productoras podría experimentar un aumento interanual del 0,62% en 2025. Esta cifra supone una ligera recuperación tras la caída del 0,19% registrada en 2024 y confirma la tendencia de crecimiento observada en los últimos meses del año pasado, según las estimaciones recogidas por AHDB, la interprofesión británica.
El crecimiento se espera en casi todas las regiones productoras, salvo en Australia, donde el resultado final dependerá en gran medida de las condiciones climáticas. La recuperación del sector se debe a una combinación de precios más altos de la leche, menores costos de alimentación y una leve mejora en la demanda global.
Diferencias regionales en la producción
En la recta final de 2024, la mayoría de las regiones productoras registraron una recuperación. Se espera que Australia (2,2%), Nueva Zelanda (1,2%), Reino Unido (2,0%) y la Unión Europea (0,4%) cierren el año en positivo. En cambio, Estados Unidos prevé una caída moderada del 0,7%, mientras que Argentina enfrentará un descenso del 6,9% debido a las dificultades económicas que han afectado al sector.
Para 2025, la reducción del tamaño del rebaño en EE. UU. parece haberse estabilizado, y se espera que la producción se mantenga sin cambios. En Argentina, se proyecta el mayor crecimiento interanual (4,7%), impulsado por condiciones climáticas favorables, mejor disponibilidad de pastos y una relación favorable entre los precios de la leche y el alimento.
En Australia, la producción podría mantenerse estable si las condiciones del mercado siguen mejorando. Sin embargo, las condiciones secas en el sur y suroeste del país podrían limitar el crecimiento, aunque las lluvias podrían cambiar esta proyección.
En Nueva Zelanda, se espera un crecimiento del 1,2% en 2025, gracias a la expansión de los rebaños y la mejora en las prácticas de alimentación y gestión ante el repunte de los precios globales de los productos lácteos.
En la Unión Europea, la producción aumentará un 0,4%, impulsada por la mejora del clima, mejores precios de la leche y costos de producción más bajos. Sin embargo, el virus de la lengua azul representa un riesgo significativo para el sector, dependiendo de la rapidez de los programas de vacunación.
Evolución de la producción
Como puede verse en el gráfico adjunto, se observa una fluctuación en la producción de leche a nivel mundial en los últimos años, con períodos de crecimiento y caída. En 2025, se proyecta un crecimiento del 0,62%, lo que representa una recuperación respecto a la caída del -0,19% en 2024.
Los mayores aumentos se registraron en 2020 (1,42%) y 2021 (0,95%), lo que podría estar relacionado con factores como la demanda post-pandemia y el incremento de la producción en ciertas regiones.
Factores de incertidumbre en el mercado global
A pesar del crecimiento de la producción, el mercado global sigue enfrentando incertidumbres. Aunque la demanda mundial es estable y podría beneficiarse del repunte de las importaciones chinas, los efectos de la política comercial de EE. UU. podrían alterar este equilibrio. Además, la aparición de enfermedades como la fiebre aftosa en Alemania y la influenza aviar en EE. UU. podrían afectar el suministro global de leche.
En este contexto, los precios podrían debilitarse durante el año debido al aumento de la oferta. Sin embargo, la evolución del conflicto en curso y las políticas económicas de las principales potencias seguirán marcando el rumbo del sector lácteo global en 2025.