Los datos están reflejados en un informe que se conoció este miércoles, con estadísticas de la FunPEL y el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina: la producción por vaca superó los 7 mil litros en el año

Rafaela y el departamento Castellanos son parte de una de las principales cuencas lecheras del país y del continente, por lo cual la cadena láctea forma una parte fundamental de la economía regional. De hecho, las exportaciones lácteas de la región explican un 75% de las divisas que ingresan a Rafaela por la venta al exterior de productos industrializados.

En ese contexto, conocer cómo está funcionando la cadena láctea es fundamental. Para eso hay organismos técnicos especializados, oficiales y también público-privados. La Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina (FunPEL) y el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) son dos de esas instituciones que reúnen información dura sobre la evolución del sector.

El balance 2023

De acuerdo a un informe publicado este miércoles por ambas entidades, la producción nacional de leche cruda, del tambo a la industria, declarada formalmente, fue de 11.325,6 millones de litros, lo que significó una caída de 2% respecto al año 2022. En total, hubo 1.588.902 vacas en ordeño, que promediaron una producción de 7.128 litros por vaca a lo largo del 2023. Se mantuvieron activos un total de 10.197 tambos, con un rodeo promedio de 156 vacas por tambo y una carga de 1,3 vacas por hectárea.

Según las estadísticas, cada tambo produjo, en promedio, 3.043 litros diarios, con una producción de 23 litros diarios por vaca en ordeño y una productividad medida en términos de litros, carga animal y tiempo equivalente a 9.266 litros en el año.

En cuanto a los atributos de calidad, el promedio de la leche cruda que salió de los tambos argentinos en 2023 fue de 3,76% de grasa butirosa; 3,40% de proteínas; 7,16% de sólidos útiles y 76 UFC/ml, con un recuento de células somáticas (por miles) de 357.

La ecuación económica

Un factor clave siempre en la lechería lo constituye el precio pagado al productor. Se trata de un producto perecedero, que tiene algunas características especiales en su sistema de comercialización que hacen al sistema muy complejo respecto a otras producciones: el tambero no sabe cuánto recibirá por la leche que entrega cada día hasta muchos días después de entregada. El precio lo fija el comprador, que es la industria; pero a su vez las fábricas están obligadas -siempre en función de los acuerdos particulares que se hayan hecho- a retirar el volumen que se le entrega en cada tambo, y que varía día a día.

Según la FunPEL y el OCLA, el precio promedio pagado al productor a lo largo del año equivaliò a 0,387 dólares por litro, con un participaciòn sobre salida de fábrica del 56,3%. Los tambos argentinos emplean en total a 45.500 personas en forma directa, y crearon valor a lo largo del 2023 por 4.825 millones de dólares.

El peso de la industria

El total de la producción láctea nacional fue procesado en 670 industrias lácteas radicadas en distintos puntos del país. Desde las grandes compañías líderes hasta pequeños tambos-fábrica, que ocuparon a 32.867 trabajadores registrados y crearon valor por 7.917 milones de dólares en el año, con una facturación equivalente a 0,70 dólares a salida de fábrica por litro de leche procesada.

Dos productos concentran una porción casi idéntica de litros de leche: el 21,8% del total de la leche cruda procesada se transforma en quesos de pasta semidura, y el 21,7% en leche en polvo entera y semidescremada. En cambio, un 17,8% va a quesos de pasta blanda (principalmente cremoso y mozzarella); un 10,6% a leches larga vida; un 7,7% a quesos de pasta dura; 6,2% a leches refrigeradas; 5,8% a leche descremada; 4% a yogures, leches fermentadas y otros; 2,4% a dulce de leche y el resto a otros productos, como quesos especiales de pasta muy blanda, leches chocolatadas y otros.

En cuanto al destino de los lácteos industrializados, el 20,4% se orienta a la exportación y el resto, un 75,6% al mercado interno a través de la distribución minorista; un 2% son ventas industriales -como insumos para otros productos alimenticios- y un 2% se vende a instituciones gubernamentales o privadas.

De todos los lácteos que se venden en el mercado interno, el equivalente al 21,2% de la producción nacional total de la industria argentina se venden en hipermercados y supermercados; 17% en autoservicios; 4,4% en comercios de cercanía, 7,2% a través de mayoristas; 1,8% en comercio electrónico y 2% en perfumerías.

Los lácteos constituyen el 3,4% del total de las exportaciones agroindustriales argentinas y Brasil e sel principal destino, con el 48,1% de las ventas argentinas al exterior. Chile es el segundo país comprador, con 8,4% y Argelia (que es el principal importador de lácteos que salen de Rafaela) concentra el 5,6% de las ventas de lácteos argentinos.

 

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