La experiencia, hasta el momento, ha demostrado múltiples beneficios. Se trata de una forma novedosa de generar alimento para todo tipo de ganado, generando espacios verticales, sin tierra (y por lo tanto, en sitios más reducidos), utilizando menos agua y garantizando una mayor concentración de nutrientes para los animales. Así, desde hace unos meses, un proyecto colaborativo entre la Municipalidad de Las Heras, una empresa de lácteos y el área técnica de la Universidad de Congreso, se ha llevado adelante con el objetivo de brindar asesoramiento y asistencia técnica a los productores de tambo en la provincia de Mendoza.
Lo que se busca con ello, es que a partir de la generación de forraje verde hidropónico (FVH), sea posible, inclusive, aumentar la producción de leche de alta calidad, según han destacado los especialistas a cargo del asesoramiento. “El costo del forraje verde hidropónico es de un 50% menos que la producción de un forraje tradicional. Por otro lado, lo que en el campo demora tres meses, con este recurso se puede lograr en un invernadero en un período de quince días”, detalla José Reta, profesional a cargo del proyecto sustentable y docente a cargo de la cátedra Evaluación de Impacto Ambiental.
“El costo del forraje verde hidropónico es de un 50% menos que la producción de un forraje tradicional”
De acuerdo a las experiencias previas logradas en relación a esta revolucionaria forma de cultivar y producir alimento para el ganado, en un espacio de tan solo 200 metros cuadrados es posible producir volúmenes similares a los que se producen en 40 hectáreas de tierra cultivada.
Menos agua y menos suelo
Reta explica que además, esta forma de cultivar viene a plantear nuevas formas de aprovechar el agua y el suelo. Pero también colabora a bajar de manera significativa los costos de la producción y por lo tanto, de los productos finales para consumo, como la leche o la carne. En un contexto de crisis económica y cuando los períodos en los que la sequía complejiza la posibilidad de producir alimentos para alimentar al ganado amenazan a la producción, la propuesta se plantea como una nueva alternativa que además contiene altas concentraciones de proteínas. “Un kilo de alfalfa cuesta entre 20 y 25 pesos, mientras que el forraje verde hidropónico cuesta la mitad”, aclara Reta.
Pero estas no son las únicas bondades que guarda esta revolucionaria forma de producir alimentos. Además de ahorrar agua (debido a que con este recurso ya no es necesario regar las extensas tierras destinadas a la producción) el forraje verde hidropónico permite generar alimentos frescos, vivos y de alto valor nutricional para los animales. “Los animales los prefieren por encima de cualquier otro tipo de ditas que se le quiera suministrar”, detalla Reta en función de los resultados logrados hasta el momento. De hecho, dice el especialista a cargo del área técnica de este proyecto, que el forraje producido de esta manera tiene el mismo porcentaje de proteínas que el alimento balanceado.
Educar en sustentabilidad
Martín Pellegrina es el director de la asociación civil llamada Juntos por una misión (JUCUM) y uno de los actores clave para concretar otra experiencia basada en la producción de cultivos hidropónicos para alimentar animales. Junto a la Universidad de Congreso y la Municipalidad de Las Heras, desde la entidad potenciaron los trabajos para lograr producir forraje verde hidropónico en una finca de El Borbollón y cuya producción luego fue destinada a las familias de la zona (Las Heras).
El objetivo en este caso consistió en informar y educar a las personas que viven en situación vulnerable para concientizarlas sobre los beneficios y posibilidades que brinda esta forma de cultivo que comienza en la disposición de semillas en un invernadero y culmina en la cosecha de avena, cebada, trigo, maíz, sorgo o triticale. “Hace un año comenzamos con el invernadero y trabajamos con las familias para avanzar en estrategias nuevas para que alimenten y cuiden a su ganado doméstico”, destacó Pellegrina, quien además es subdirector de Agua y Saneamiento de la Municipalidad de Las Heras.
En tanto que un proyecto más, que fue elaborado en coordinación con una empresa ganadera del este provincial, se llevó adelante con buenos resultados aprovechando el agua de peceras (en las que se produce una “sopa biológica”) para regar el forraje y así otorgar de mayores nutrientes a los cultivos.
¿Qué es el forraje verde hidropónico?
“El forraje verde hidropónico (FVH) es una tecnología de producción de biomasa vegetal obtenida a partir del crecimiento inicial de las plantas en los estados de germinación y crecimiento temprano de plántulas a partir de semillas viables. El FVH o “green fodder hydroponics”, es un forraje vivo, de alta digestibilidad, calidad nutricional y muy apto para la alimentación animal”, destaca José Reta.
En líneas generales, el cultivo se realiza mediante la germinación de granos (semillas de cereales o de leguminosas) y su posterior crecimiento bajo condiciones ambientales controladas (luz, temperatura y humedad) y en ausencia del suelo.
Sistema eficiente
Utilizar menos agua, aprovechar al máximo el espacio disponible y garantizar un alimento con los adecuados nutrientes, se suman entre los principales beneficios del forraje verde hidropónico, según detalla Reta. El proceso para cultivar el forraje se realiza en recipientes planos y por un lapso de tiempo no mayor a los doce o quince días, realizándose riegos con agua hasta que los brotes alcancen un largo de tres o cuatro centímetros.
“A partir de ese momento se continúan los riegos con una solución nutritiva la cual tiene por finalidad aportar los elementos químicos necesarios (especialmente el nitrógeno) para el óptimo crecimiento del forraje, así como también el de otorgarle, entre otras características, su alta palatabilidad, buena digestibilidad y excelente sustituto del alimento concentrado”, explica el profesional a cargo de la asesoría técnica de los tres proyectos mencionados.
Con sistemas que pueden ser instalados bajo el formato de módulo verticales, esta forma de cultivar, aclara Reta, permite además “obtener mayor calidad de carne; aumentar del peso vivo a la fecha de faena e incrementar el pelaje en algunas especies, como por ejemplo, los conejos”. También, se ha abierto la posibilidad a generar “mayores volúmenes de leche; aumentar la fertilidad y bajar los costos de la producción”.
Tecnología complementaria
Uno de los aspectos que el profesional ha destacado en relación a las experiencias realizadas en Mendoza, es que este tipo de tecnología es “complementaria y no competitiva a la producción convencional de forraje a partir de especies aptas de avena, mezclas de trébol, gramíneas o alfalfa, entre otras. “Si bien esta tecnología poco difundida en el mundo, es muy eficiente sobre todo para esta época, la producción de forraje verde hidropónico podría suplir grandes cantidades de hectáreas en la producción de forraje tradicional”, describe Reta y aclara que en realidad este recurso bien aplicado inclusive, hubiese servido para alimentar a los ganados que en distintas épocas de han perdido como consecuencia de eventos extremos de sequía o incendios en el país.
Entre los beneficios que aporta este tipo de cultivo que se destina al alimento de animales para ganado figura que aportan ácido fólico, vitaminas A, C, B y carotenos.