Por su falta de liquidez, Mastellone Hermanos evalúa dos opciones para cumplir con un crucial vencimiento: tomar nueva deuda o reperfirlarla. Entre enero y marzo, su rojo fue de $ 830 millones. Si bien lo redujo 44%, fue por un efecto financiero. Atribuyó el resultado al congelamiento del Gobierno.

Mastellone Hermanos, la láctea dueña de La Serenísima, perdió $ 828,3 millones en el primer trimestre del año. En términos integrales, el rojo del ejercicio trepa a $ 990,5 millones. En su reseña informativa, la empresa, cuya mayoría accionaria pertenece al fondo Dallpoint Investements y al grupo Arcor, no dudó en atribuir el resultado al congelamiento de precios que implementa el Gobierno; en particular, al programa Precios Máximos.

Sin embargo, en la empresa, prefieren resaltar que la pérdida fue 44% inferior a los $ 1470 millones del trimestre inicial de 2020. Además de las medidas que tomó la compañía para mitigar el impacto del estancamiento de ingresos -con costos que siguieron creciendo-, una de las principales razones de esa reducción del rojo del ejercicio fue un mejor resultado financiero. En esta línea, el balance al 31 de marzo asentó una pérdida de $ 61,7 millones. Un año antes, había sido de $ 804,17 millones.

En tal sentido, la próxima gran apuesta de la empresa para sostener su situación financiera será un refinanciamiento de sus pasivos. En la mayor láctea del país, recuerdan que, días atrás, Moody’s, la agencia que sigue sus bonos, le asignó a Mastellone una calificación de emisor en moneda local de A.ar, con perspectiva estable. “Esto es clave, de cara a la reestructuración del vencimiento de u$s 200 millones que habrá el 3 de julio”, resaltan en la compañía.

“El perfil crediticio de Mastellone se encuentra respaldado por su sólida posición de mercado, su fuerte reconocimiento de marca y su buena diversificación geográfica y de producto”, evaluó Moody’s.

“La perspectiva estable de las calificaciones refleja nuestra consideración de que no se esperan cambios significativos en los fundamentos crediticios en el corto y mediano plazo”, agregó.

“Las calificaciones de la compañía reflejan su liderazgo en un sector altamente competitivo y expuesto a controles de precios, que se traducen en márgenes de rentabilidad volátiles, así como su débil posición de liquidez, actualmente, presionada por la concentración de vencimientos en el corto plazo”, observó.

Recordó Moody’s que la deuda de Mastellone está mayormente conformada por una emisión de obligaciones negociables (ON) de 2014, por u$s 200 millones, que vencerá en julio y que, según la agencia, “expone a la compañía a un moderado riesgo de refinanciación”.

Sin embargo, la agencia no ve esto como algo totalmente negativo. “Mastellone posee una elevada flexibilidad financiera, derivada de su perfil operativo de mediano plazo, que mitiga por los riesgos de corto plazo”, indicó.

Apuntó que la ON está alcanzada por las restricciones de acceso al mercado cambiario que el Gobierno implementó el año pasado y que forzó a las empresas a refinanciar, al menos, el 60% de sus pagos de deuda en el exterior, con vencimiento antes del 31 de diciembre de 2021.

“La compañía no posee actualmente la liquidez necesaria para hacer frente al vencimiento de capital próximo, por lo que deberá refinanciar gran parte del mismo, ya sea a través de operaciones de pasivos en el mercado local o a través de una oferta de canje que considere casi la totalidad del capital pendiente de pago”, puntualizó la agencia.

Es decir, tomar nueva deuda para pagar el vencimiento o reperfilar el 100% de esa emisión de u$s 200 millones.

Para Moody’s, luego de la refinanciación, Mastellone tendrá una estructura de capital “más conservadora”, con “un perfil de vencimientos manejable y menor riesgo de descalce de moneda”.

“Las calificaciones asignadas consideran, asimismo, el apoyo estratégico que le brindan a Mastellone sus socios comerciales Arcor, Bagley y Danone. Arcor y Bagley -propiedad de Arcor (51%) y Danone (49%)- poseen el 49% del capital social de la compañía. Las tres marcas relacionadas son de importante renombre a nivel local y/o regional, y le brindan apoyo a través de sinergias operativas y de distribución y comercialización de productos en el mercado interno y externo”, finalizó el informe de calificación.

ROJO CONGELADO

“En relación con el próximo vencimiento de nuestra deuda financiera, reiteramos nuestro compromiso y optimismo para alcanzar una solución favorable para la compañía y todos los grupos de interés, tal como ha sucedido en el pasado ante situaciones similares”, anticipó Mastellone en la reseña informativa de su balance trimestral.

En ese mismo documento, la empresa refirió que, “tal como se ha explicado en las reseñas correspondientes al ejercicio 2020, las finanzas de la compañía estuvieron afectadas por la imposibilidad de recuperar vía los precios de venta de sus productos todos los aumentos de costos registrados durante dicho período”.

Mastellone había cerrado 2020 con una pérdida de $ 2287,47 millones, un explosivo incremento desde los $ 68,8 millones en rojo del balance 2019. “Durante el año pasado y en lo que va de este, no recibimos ningún tipo de asistencia económica, ni impositiva, por parte del Estado, ya sea ATP, Retro u otro de los planes oficiales del Gobierno”, remarcan fuentes de la láctea.

En el primer trimestre de 2021, registró ingresos netos por $ 19.104,85 millones, inferiores a los $ 21.427,31 millones facturados entre enero y marzo de 2020.

“Esta imposibilidad (de compensar los aumentos de costos vía precios) ha tenido sus razones en el congelamiento de precios dispuesto por el Gobierno Nacional a partir de la creación del programa de Precios Máximos”, destacó Mastellone.

Altamente cuestionado hoy por la industria alimenticia, Precios Máximos es un programa que se implementó durante la pandemia y debía finalizar en enero. Pero el Gobierno decidió su prórroga. Primero, hasta marzo. Y, luego, hasta este domingo.

“Dada esta situación, la compañía comenzó el año con un nivel de costos significativamente alto en relación con los precios de sus productos”, reseñó. Agregó que, durante el primer trimestre, los costos siguieron en alza, “fundamentalmente, en lo que se refiere al costo de la materia prima láctea”.

“En función de lo descripto, la compañía se vio obligada a ejecutar diversas acciones con el fin de poder morigerar el desafasaje existente entre precios de venta y costos, con el objetivo de sostener el normal abastecimiento de productos”, indicó.

Fuentes de Mastellone aclaran que, durante los primeros meses del año, hay también una estacionalidad propia en las ventas de la empresa y un menor ingreso en el recibo de la materia prima.

“Considerando esto, el objetivo ha sido logrado, ya que, en todo momento, se ha mantenido la producción en los niveles totalmente necesarios para sostener la demanda de nuestros productos”, se lee en la reseña informativa de Mastellone, cuyos productos se distribuyen en 70.000 puntos de venta del territorio nacional.

“Pero, en términos económicos, los resultados han sido parciales, entendiendo que las acciones desarrolladas terminarán consolidándose en el próximo trimestre”, anticipó la compañía.

“Por otra parte, en lo que respecta a los negocios vinculados con las exportaciones, los cuales tienen una importancia estratégica para la compañía, han continuado desarrollándose normalmente”, añadió.

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