La soja es la columna vertebral de la alimentación animal a nivel mundial, y juega un rol fundamental en la lechería. De una producción global que en 2023-2024 alcanzó los 400 millones de toneladas, la mayor parte se destina a la alimentación animal, especialmente en ganaderías intensivas, en forma de harina.
En promedio, un vacuno lechero necesita entre 1,5 y 2 kg de harina de soja al día, junto con otros componentes como maíz y otros forrajes, dependiendo de su peso y producción.
La soja en las raciones del ganado, mejora la calidad y el volumen de leche producida, por su contenido proteico. Esto subraya el vínculo entre los sectores agrícola y lácteo en la cadena de valor global.
Este insumo mejora la conversión alimenticia: por cada kilo de harina de soja consumido, una vaca puede producir aproximadamente 2,5 litros de leche, equilibrio que asegura eficiencia y rentabilidad, especialmente en países líderes en producción láctea como Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea
Brasil lidera la producción mundial de soja, representando el 37% del total en la temporada 2023-2024, seguido de Estados Unidos y Argentina. China, el mayor importador, consume alrededor de 100 millones de toneladas al año, gran parte destinada a alimentar su gigantesca industria ganadera.
En términos económicos, la soja generó exportaciones globales de casi 65 mil millones de dólares en 2023
Caso Danone
El reciente caso de Danone y su supuesta decisión de dejar de adquirir soja brasileña generó controversia global en el ámbito agroalimentario.
En una entrevista con Reuters, Jurgen Esser, CFO de Danone, indicó que la empresa ya no compraría soja del Brasil, porque priorizaría ingredientes “sostenibles”. Sin embargo, la empresa negó luego esta afirmación, aclarando que continúan utilizando soja brasileña, sólo que asegurándose de que provenga de fuentes no asociadas con la deforestación, y destacaron que gran parte de sus adquisiciones se realizan mediante intermediarios que garantizan esta trazabilidad.
En 2024, la soja brasileña representó un componente esencial en el suministro global de harina de soja para la industria alimentaria. Las declaraciones de Danone causaron preocupación entre productores y exportadores., porque si se hubiera concretado esta decisión, el impacto habría sido significativo no solo para la empresa, sino también para el mercado brasileño, que genera ingresos superiores a 33.530 millones de dólares anuales con sus exportaciones de soja.
La controversia también evidenció tensiones respecto a la Ley Anti Deforestación de la Unión Europea, que exige rastreabilidad estricta de productos como soja.
Productores brasileños calificaron estas medidas como proteccionistas, y entidades como Aprosoja denunciaron la declaración inicial de Danone como un acto discriminatorio. De haberse concretado un abandono de compras, podría haber sentado un precedente preocupante para el comercio agrícola internacional, especialmente con miras a futuras regulaciones ambientales.
Al final del día, la soja es mucho más que un insumo agrícola; es la piedra angular del sistema alimentario global.Para el mercado lácteo, el desafío es integrar prácticas más sostenibles mientras se mantiene la competitividad económica. En este contexto, movimientos como el de Danone podrían marcar un cambio de paradigma.
Valeria Hamann
EDAIRYNEWS
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