Nos llega esta información desde Venezuela:
Desde el miércoles de la semana pasada, la planta de La Suipachense, ubicada en Suipacha, provincia de Buenos Aires, se encuentra tomada por el personal.
Delegados de Atilra, con el apoyo de un grupo de empleados de niveles medios, ingresaron por la fuerza a las oficinas y, bajo amenazas al personal directivo, asumieron el control de las operaciones productivas, comerciales, financieras y logísticas. Bajo esta administración, la empresa continúa con cierta actividad comercial, movilizando los stocks disponibles. Esa situación de anarquía traerá inconvenientes en el abastecimiento a corto plazo.
Fuentes consultadas entre el personal señalaron que la medida se debe al pago incompleto de los salarios correspondientes al mes de julio. Según estas fuentes, la empresa no tendría otras deudas con sus empleados y habría ofrecido un esquema de pago en el muy corto plazo.
Declaraciones de empleados de La Suipachense:
“La anarquía es total.”
“La desaparición de los venezolanos llenó de incertidumbre a la compañía.”
“No cumplieron ninguna de las promesas que hicieron.”
“Nos abonaron $300 mil a cada empleado.”
“No nos contestan los teléfonos.”
“Le enviamos mensajes de WhatsApp al señor Manuel Fernández y no responde.”
“Estamos muy mal financieramente, con pocos insumos, muchas deudas y cheques rechazados.”
El cierre es inminente.