En la lucha contra el cambio climático, uno de los bastiones debe ser la transformación de la industria alimentaria.

Combatir el desperdicio alimentario, reducir el consumo de carne y lácteos por su insostenible huella de carbono o encontrar alternativas de laboratorio y a base de plantas para dar respuesta a una población mundial en crecimiento son algunos de los retos de este siglo.

Generar lácteos que no contaminen

Apuntando al sector de los lácteos, emergen propuestas tan diversas como aquellas startups que cultivan queso a partir de fermentación celular o la apuesta por conseguir proteína de suero de leche de vaca en laboratorio.

Además de las diversas vías para reducir la preocupante contaminación generada por la industria láctea y ganadera, aplicando I+D y principios de sostenibilidad a las granjas.

Bill Gates invirtió recientemente —a través de su fondo Breaktrough Energy Ventures— en la primera startup estadounidense que produce alimentos neutros en carbono.

Ésta se llama Neutral Foods, y en sus cartones puede leerse «esta leche combate el cambio climático«.

Así logran producir leche neutral en carbono
La compañía trabaja con las lecherías para reducir las emisiones tanto como sea posible y luego compensa la huella restante.

La startup acaba de levantar 4 millones de dólares en una ronda semilla de financiación, y decidió empezar por los lácteos por ser un producto universal con una elevada huella.

«El 93% de los hogares estadounidenses tienen leche en el refrigerador», afirma Marcus Lovell Smith, CEO de la compañía en declaraciones a Fast Company.

Los productos lácteos representan 3% de todas las emisiones globales, más que todo el sector de la aviación.

«Al trabajar con los agricultores para reducir las emisiones, Neutral Foods está abordando una de las áreas más grandes de impacto climático», apunta por su lado Carmichael Roberts, empresa líder del comité de inversiones de Breakthrough Energy Ventures.

Los lácteos contaminan desde el ganado hasta el proceso de distribución

La startup comenzó estudiando la huella de carbono tras los lácteos, que abarca desde las emisiones de metano al fertilizante para cultivar los piensos destinados al ganado, el estiércol, la energía eléctrica que demandan las granjas, la que consumen los camiones de reparto, hasta las embotelladoras o los propios envases.

La startup ha trabajado con tres granjas lecheras familiares en Oregón para sembrar pastos con una mezcla de plantas ricas en taninos, que reduce las emisiones de metano.

Otra innovación pasa por instalar nuevos sistemas para manejar el estiércol.

En otras granjas planea plantar árboles en los pastizales para la compensación de emisiones. También estudiará la alimentación a base de algas para la alimentación del ganado, que podría reducir los gases hasta en un 82%.

Compensaciones certificadas para reducir las emisiones en la leche

En el caso de las emisiones restantes, Neutral Foods compra compensaciones certificadas de otras partes de la industria láctea.

Esto incluye a empresas lecheras de gran tamaño que emplean tecnología como digestores de metano, conversión del estiércol en energía o soluciones agrícolas regenerativas.

Pero la marca no pretende quedarse solamente en los lácteos, sino que sus planes pasan por comercializar en el futuro versiones neutrales en carbono de otros alimentos.

Tampoco es la única compañía con aspiraciones similares: Stonyfield Organic, planea tener una cadena de suministro de lácteos con carbono positivo para el final de la década.