El recubrimiento rojo que envuelve a ciertos quesos es una de las imágenes más reconocibles en las góndolas, pero también una de las que más preguntas despierta: ¿de qué está hecho? ¿Es solo decoración? ¿Qué pasa si alguien lo ingiere?
¿Qué contiene la cera roja?
Según información oficial de la industria, esta capa protectora está elaborada con parafina, cera microcristalina y colorantes alimentarios. Son materiales aprobados para el contacto con alimentos y no contienen bisfenol A (BPA), un compuesto químico presente en algunos plásticos y asociado a riesgos sanitarios.
Función principal: protección del queso
Lejos de ser un simple adorno, la cera roja cumple un rol esencial:
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Actúa como barrera frente a bacterias, humedad y contaminantes.
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Conserva la frescura, el sabor y la textura del queso.
Evita que el producto se deteriore durante el transporte o almacenamiento.
En algunos casos, además, este recubrimiento se acompaña de una segunda capa de material compostable que protege a la cera de golpes y evita que se adhiera a otros productos.
¿Se puede comer?
Aunque su contacto con los alimentos es seguro, no está diseñada para el consumo. Ingerirla accidentalmente no representa un riesgo para la salud, pero su textura y composición no son digestivas ni nutritivas. Los especialistas recomiendan retirarla siempre antes de comer el queso.