El mal estado de los trayectos rurales y los problemas interprovinciales sobre el tratamiento del agua, complican el panorama de la actividad agropecuaria de cara a una cosecha agrícola de gran volumen. La opinión de Armando Caisutti y Eduardo Beloqui, dos productores agropecuarios que transitan esta situación.
El Estado se queda entre el 55% y el 62% de la renta agropecuaria.

La buena cosecha es una de las mejores noticias que tiene para dar el gobierno de Mauricio Macri. Pero a la vez, la gran cantidad de granos por levantar deja expuesta la falta de infraestructura adecuada, una falencia crónica de la Argentina.

Con ironía, un productor comentaba en las últimas horas que del campo salen la leche, la carne, la soja, el maíz, el trigo, la papa, la frutilla, la lechuga, el tomate… Pero solo cuando logran salir.

Desde hace años que los productores reclaman por una mejor infraestructura vial que les permita sacar sin dificultades su producción hasta los puntos de almacenaje, industrialización o los puertos de exportación.

El Estado se queda entre el 55% y el 62% de la renta agropecuaria tanto de carne, como en granos y leche
“Lo mínimo que pedimos es que algo de esa recaudación vuelva en infraestructura hacia la parte productiva. No pedimos nada raro y extraordinario”, comentó en diálogo con Infobae Armando Caisutti, productor de Arroyo Algodón, en el Departamento de General San Martín, provincia de Córdoba.

En esa región, el mal estado de los caminos rurales es una triste realidad. Por las precipitaciones que se registraron a fines de marzo, el 70% de los caminos está intransitable y esta situación dificulta retirar la producción de los campos, fundamentalmente de la leche, que es una de las principales actividades de la zona.

“Nosotros sabemos cuál es el problema de la red vial y las soluciones que se necesitan. Tenemos las ideas porque hemos diseñado los proyectos, y
solamente nos faltan recursos del Estado para poner en marcha y
funcionamiento toda la red vial. El trabajo que hacemos en los consorcios
camineros lo hacemos totalmente gratis. Ponemos nuestros vehículos y el
tiempo que se necesita para hacer un aporte a solucionar esta problemática”, agregó Caisutti.

Pero en la situación actual de los caminos rurales se observa una ausencia del Estado, en sus distintos niveles, que recauda pero no devuelve en obras el aporte que realiza el productor.

Problema interprovincial I

En materia de infraestructura rural, también hay veces en las que el Estado
está presente, pero los problemas continúan, como sucede con las situaciones interprovinciales.

En las últimas horas se generó uno de estos conflictos en torno a la Laguna La Picasa, que está ubicada entre el sur de la provincia de Santa Fe
-departamento General López- y el norte de Buenos Aires -partido de General Pinto-.

Debido a las inundaciones de los últimos años se generó un mar interno sin límites visibles, que incluso llegó a cortar la ruta nacional 7. Su extensión actual es de unos 300 kilómetros cuadrados

En los últimos días el gobierno de Santa Fe inauguró una obra hídrica anclada en la zona rural -entre los distritos de Diego de Alvear y Chistophersen-, que según comentaron las autoridades provinciales, acelerará de manera regulada y permanente el descenso de la laguna, y conducirá el agua hacia la llamada “Alternativa Norte” de drenaje.

Esto, a efectos de que esa salida conecte con la laguna “El Chañar”, en Teodelina y conduzca posteriormente la masa de agua hacia la cuenca del Salado, en territorio bonaerense.

Los funcionarios santafesinos explicaron que “el pasaje de caudales hacia Buenos Aires todavía aún no está acordado, razón por la cual por el momento será solo una salida transitoria, para alojar parte de las aguas de La Picasa en el Canal de la Alternativa Norte, el cual posee siete grandes lagunas que favorecerán la evaporación, sin drenar aguas hacia fuera de la provincia de Santa Fe”.

Pero, a pesar de esas explicaciones, esta obra del gobierno de Miguel Lifschitz generó alerta en la provincia de Buenos Aire. Desde allí expresaron que se trató de una decisión “unilateral”, y reclamaron que se el proyecto sea presentado en el seno del Comité de Cuenca que involucra a ambas
provincias.

Durante el viernes, la Subsecretaria de Hidráulica del gobierno bonaerense encabezó una reunión con representantes de los municipios de Junín, Bragado, Chivilcoy, Leandro Alem, Chacabuco, Alberti y el Consejo Asesor del Salado.

Luego de ese encuentro, en diálogo con Infobae, el subsecretario de Hidráulica, Luis Giménez, expresó que allí “se pudo explicar y compartir la postura de Buenos Aires respecto a la situación que hoy atraviesa la laguna”.

“Para nosotros es importante sostener al Comité de Cuenca de La Picasa
como el espacio institucional en el que se consensuan los planes de acción y
se dialogue sobre los pasos a seguir para que todas las provincias que integran dicho espacio se beneficien con las obras que realicemos”, enfatizó el funcionario.

Luego de las deliberaciones, se convocó para el próximo 30 de abril al gobierno de Santa Fe, para que presente ante el Comité de Cuenca los estudios técnicos y de impacto de la obra realizada. Hasta entonces, se solicitó que la obra se detenga.

Problema interprovincial II

Eduardo Beloqui es productor agropecuario y posee su establecimiento rural en el límite entre el sur de Córdoba y La Pampa, a 2 kilómetros de la localidad pampeana de Bernardo Larroudé.

En diálogo con este medio, denunció que en esa zona hay una obra llamada “Canal Norte”, la cuán está inundando varios campos, entre ellos el de su propiedad.

“La obra está mal diseñada y ejecutada porque el agua por gravedad no puede llegar al Río V, hay alcantarillas tapadas y además se formó un dique”, comentó Beloqui, quien envió una carta documento a la Administración Provincial del Agua como consecuencia que hasta el momento nadie respondió a sus reclamos.

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