Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, explicó que esta historia se remonta a la época previa a estos acuerdos, cuando Colombia protegía su industria láctea con un arancel del 98% a las importaciones de leche en polvo.

«Colombia tenía, a cualquier país que quisiera traer leche en polvo a Colombia, un arancel del 98 %. Entonces, si la tonelada de leche valía tres mil dólares, aquí entraba casi por seis mil dólares», reveló.

Esta protección se justificaba por la importancia del sector lechero en la economía rural colombiana. Según Cubillos, «quienes producen esa leche son pequeños ganaderos. Entonces, ¿cómo no proteger con un arancel de 98 % la entrada de leche en polvo desde afuera si está protegiendo al fin y al cabo a 350.000 ganaderos dedicados a la producción de leche?»

Sin embargo, con la negociación de los TLC durante el gobierno de Álvaro Uribe y su implementación en el gobierno de Juan Manuel Santos, el panorama cambió drásticamente. El gobierno prometió una «agenda interna» para preparar al sector agropecuario para la competencia internacional. Esta agenda incluía mejoras en infraestructura, servicios tecnológicos, educación y capacitación.

Lamentablemente, según Cubillos, «todo eso que se prometió de la agenda interna eso fue un carretazo, no se cumplió». La falta de implementación de estas promesas dejó al sector lechero en una posición vulnerable frente a la competencia internacional.

Fedegán advirtió sobre los riesgos de incluir el sector lechero en los TLC, especialmente con la Unión Europea. Desde el primer momento el presidente ejecutivo del gremio cúpula de la ganadería, José Félix Lafaurie, se rehúso a incluir los derivados lácteos en el acuerdo comercial con el bloque económico porque la competencia sería desigual, tal como se describe en el libro “Desde el cuarto de al lado”, cuyo objetivo continúa teniendo hoy gran vigencia, porque como en ese entonces creemos que “…el ganadero principalmente, pero también la opinión en general, debe conocer qué defendimos, cuándo y cómo lo defendimos, al margen de los resultados, inclusive”.

Esta publicación describe el papel que jugó Fedegán en ese proceso -con la minucia que permiten los soportes-, el paso a paso, y la reafirmación de las posiciones del gremio ganadero frente a los TLC en general y frente a cada uno de ellos en particular, de cara a los ganaderos del país y siempre con el telón de fondo de la defensa de sus intereses (Desde El Cuarto de al Lado – La ganadería en los Tratados de Libre Comercio, © 2012 Federación Colombiana de Ganaderos – Fedegán–FEP.)

Como bien se relata en este libro, a pesar de estas advertencias, el sector lechero fue incluido en las negociaciones. Como compensación, la Unión Europea ofreció un aporte de aproximadamente 30 millones de dólares para mejorar la competitividad del sector, pero según Cubillos, además de que la suma no era suficiente, «ese dinero al sector lechero y a los pequeños productores no llegó ni en capacitación ni en lo que fuera útil».

Los TLC entraron en vigencia – con Estados Unidos en mayo de 2012 y con la Unión Europea en agosto de 2013 – sin que se hubiera implementado la prometida agenda interna. Fedegán continuó advirtiendo sobre las consecuencias negativas para los productores de leche.

Cubillos recordó: «Fedegán y el doctor Lafaurie advirtieron durante los siguientes años que esto va a ser la debacle para los productores de leche, esto va a ser ruinoso para ellos». Sin embargo, estas advertencias fueron desestimadas por el exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, que las calificó de «apocalípticas».

La negación de la salvaguardia, otra vez para defender la la industria

El tiempo ha demostrado que las preocupaciones de Fedegán estaban bien fundamentadas. La entrada masiva de leche en polvo y productos lácteos importados ha afectado significativamente al sector lechero colombiano. En respuesta, Fedegán tomó medidas concretas, como la presentación de una solicitud de salvaguardia comercial en 2021.

«Fedegán presentó esa salvaguardia en 2021, dadas todas las evidencias de daño que estaban haciendo la entrada de leche en polvo desde Estados Unidos». Aunque el Ministerio de Comercio reconoció el daño grave al sector, la salvaguardia no fue implementada debido a preocupaciones sobre posibles represalias comerciales.

«El Triple A cedió a la presión de no “contrariar” a Estados Unidos por temor a eventuales represalias comerciales, y a la de los opositores a nuestra solicitud, los exportadores estadounidenses, la Cámara de Alimentos de la ANDI y la industria láctea», expresó el presidente ejecutivo de Fedegán en la columna Conejo a la salvaguardia lechera.

Salvaguardia por subvenciones

Actualmente, Fedegán continúa su lucha por proteger al sector lechero. Según Cubillos, «ahora mismo cursa otra solicitud de salvaguardia, no una salvaguardia bilateral, sino una salvaguardia por subvenciones», buscando abordar el tema de los subsidios que reciben los productores de leche en Estados Unidos.

br> Fedegán sigue trabajando para mitigar los impactos negativos de los acuerdos comerciales

La historia de Fedegán en defensa del sector lechero frente a los TLC muestra tres elementos en su accionar: una, la de hacer advertencias constantes sobre lo que le podría ocurrir al sector por omisión de políticas públicas o su yerro en la aplicación; dos, acciones concretas, como la de solicitarle al gobierno la implantación de salvaguardias. y tres, una lucha continua por proteger a los productores colombianos, tanto en precios pagados al productor como en la solicitud de líneas de crédito que lo beneficien.

A pesar de los desafíos, y en no pocos casos la ausencia de apoyo de los gobiernos, la Federación sigue trabajando para mitigar los impactos negativos de estos acuerdos comerciales y buscar soluciones que permitan la supervivencia y el desarrollo del sector lechero nacional. Es una tarea bandera del gremio ganadero.

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