El gigante lácteo francés se acerca a una gran adquisición en Australia tras recibir luz verde regulatoria.
Lactalis, la empresa láctea más grande del mundo, ha tomado la delantera en la puja por los activos australianos de Fonterra. Un paso crucial se dio este mes cuando la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC) anunció que no se opondría a la propuesta de adquisición. Esta movida estratégica de Lactalis busca expandir su presencia en el competitivo mercado lácteo australiano, una región clave para la producción de leche a nivel global.
Los activos en cuestión incluyen los negocios de consumo, ingredientes lácteos y servicios de alimentación de Fonterra en Australia, que la cooperativa neozelandesa ha puesto a la venta como parte de una desinversión estratégica. La luz verde de la ACCC posiciona a Lactalis Australia en una ventaja significativa frente a otros postores, como la australiana Bega Cheese, que ha formado un consorcio con la holandesa FrieslandCampina, y la japonesa Meiji Holdings.
La decisión de la ACCC fue tomada tras un análisis exhaustivo, dado que la combinación de Lactalis y Fonterra unirá a dos de los mayores compradores de leche cruda en Victoria y generará una mayor consolidación en Tasmania. Sin embargo, el vicepresidente de la ACCC, Mick Keogh, afirmó que, a pesar de las inquietudes planteadas por algunos organismos, es poco probable que la adquisición resulte en una reducción sustancial de la competencia en el sector lácteo.
Tanto Lactalis como Fonterra actualmente adquieren leche cruda de productores lecheros en Victoria y Tasmania, y procesan y suministran una amplia gama de productos lácteos en toda Australia. La ausencia de obstáculos regulatorios por parte de la ACCC facilita el camino para que Lactalis consolide aún más su posición como un actor dominante en la industria láctea internacional, ampliando su acceso a la materia prima y su capacidad de procesamiento en la región.
Esta adquisición, de concretarse, no solo reconfigurará el panorama de la industria láctea australiana, sino que también tendrá repercusiones en el mercado lácteo global. Para los productores, esto podría significar cambios en sus relaciones contractuales y en las dinámicas de precios, mientras que para la industria láctea en general, representa un paso más hacia la consolidación de grandes players y la redefinición de las cadenas de suministro a nivel mundial.
Fuente: Tardáguila Agromercados