El sector lácteo gallego es estratégico para Lactalis. Lo han dicho varias veces desde la compañía y también lo dicen los datos: el año pasado recogió en la comunidad 473,38 millones de litros de leche —el 15,77 % de la producción gallega— en las 1.085 ganaderías que colaboran con la industria láctea en la comunidad. Ahora, la multinacional ha anunciado que para «dar estabilidad» a esas granjas manteniendo el compromiso con los productores gallegos firmará contratos de suministro con una duración de ocho meses.

La compañía tiene dos plantas de producción en Galicia —en Vilalba y Nadela—, donde invirtió el año pasado más de 5,2 millones de euros de un total de 30,2 millones dedicados a las plantas que tiene repartidas en cinco comunidades españolas.

Hace tiempo que lo habitual en el sector, como explican fuentes de organizaciones agrarias, es realizar ofertas de precios a doce meses, aunque luego los contratos que acababan suscribiéndose eran de solo cuatro meses prorrogables en períodos de otras 16 semanas.

Más allá de que los precios que reciben por la materia prima que producen sus vacas no vuelvan a bajar como sospechan desde hace tiempo. Y más allá de que cubran los costes de producción y les deje un cierto margen para poder ser rentables, lograr una mayor estabilidad en las cotizaciones en un mercado tan fluctuante como es el lácteo es una de las demandas de los ganaderos gallegos desde hace tiempo.

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