ESPMEXENGBRAIND

18 Dic 2025
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Un seguimiento de 27.000 adultos en Suecia halló menor incidencia de demencia en consumidores de queso y crema con alto contenido graso.
Estudio asocia lácteos altos en grasa con menor riesgo de demencia

Un estudio de largo plazo realizado en Suecia sugiere que el consumo regular de quesos y cremas lácteas con alto contenido de grasa podría estar asociado a un menor riesgo de desarrollar demencia en la adultez.

La investigación, publicada en la revista científica Neurology de la Academia Estadounidense de Neurología, siguió durante un promedio de 25 años a 27.670 adultos, con una edad inicial cercana a los 58 años. A lo largo del período de análisis, 3.208 participantes desarrollaron demencia, lo que permitió establecer comparaciones entre distintos patrones alimentarios.

Según los resultados, quienes consumían al menos 50 gramos diarios de queso alto en grasa presentaron un 13% menos de riesgo de demencia en comparación con quienes ingerían menos de 15 gramos al día. En el caso de la crema láctea con alto tenor graso, una ingesta diaria de 20 gramos o más se asoció con una reducción del riesgo del 16%.

El análisis mostró además diferencias según el tipo de demencia. El consumo elevado de queso alto en grasa se vinculó con una disminución del 29% en el riesgo de demencia vascular. En cuanto a la enfermedad de Alzheimer, el efecto protector fue más evidente en personas que no portan la variante genética APOE e4, conocida por aumentar la predisposición a esta patología.

En contraste, el estudio no encontró asociaciones significativas entre la reducción del riesgo de demencia y el consumo de lácteos bajos en grasa, leche común, productos fermentados ni manteca.

La investigadora principal, Emily Sonestedt, de la Universidad de Lund, señaló que los hallazgos desafían algunas recomendaciones tradicionales sobre la grasa en la dieta. “Nuestros resultados sugieren que no todos los productos lácteos impactan de la misma manera en la salud cerebral”, explicó.

No obstante, los autores advierten que se trata de un estudio observacional, por lo que no puede establecerse una relación causal directa. Además, todos los participantes eran de origen sueco, un factor que podría limitar la extrapolación de los resultados a otras poblaciones, donde los hábitos de consumo y las preparaciones culinarias difieren.

Desde Neurology remarcan la necesidad de nuevas investigaciones en otros países y contextos culturales para confirmar si ciertos lácteos con mayor contenido graso pueden desempeñar un rol protector frente al deterioro cognitivo.

Fuente: Infobae

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