Los precios de algunas materias primas amenazan con poner en jaque a empresas como Lala, Bimbo, Gruma y Bachoco. Si bien, desde el año pasado y el primer trimestre de 2020, las empresas lograron sortear el alza del maíz y el trigo, en el futuro, la ecuación podría ser menos favorecedora.
Las compañías emplean estas materias primas, también llamados commodities, en diferentes eslabones de sus cadenas productivas, desde el alimento para animales hasta la producción de harina para pan o tortillas. Pero el alza del maíz y el trigo puede desatar una cadena de aumentos de precios en otros insumos que, al final, impactarán los precios al consumidor final de algunos de los productos.
El precio del maíz y el trigo alcanzó en mayo su nivel más alto en los mercados internacionales, por lo menos, en los últimos siete años, impulsado por las condiciones climáticas, sobre todo las heladas en Estados Unidos a inicios de año, así como el aumento en la demanda que se presentó desde el inicio de la pandemia en países como China.
Marisol Huerta, analista del Grupo Financiero Ve por Más, explica que el efecto en el precio de las materias primas impacto de diversas formas en el primer trimestre, incluso algunas empresas, como Gruma y Bachoco, elevaron el precio de sus productos a los consumidores finales, no obstante, de mantenerse la tendencia alcista, el impacto sería más notable hacia el siguiente año.
“Esto es un efecto que se vive a nivel internacional y ahorita los precios (de los commodities) están tendiendo a bajar de los niveles máximos que registraron. La mayor presión se sintió a inicios mayo, ahorita ya se están dando las nuevas cosechas, que serían de otoño, se ven más estables, aunque no quiere decir que el entorno se haya complicado menos, hay bajas pero los precios siguen elevados”, declara.
Analistas del sector comentan que antes de incrementar los precios, las compañías también eficientan sus operaciones para reducir los gastos y no trasladar el impacto a los consumidores finales, es por ello que, en algunos casos, los precios de los productos en tiendas o supermercados se reflejan entre una o dos veces por año.
Verónica Uribe, analista independiente del sector consumo, explica que aumentar los precios a los consumidores finales por el alza en los commodities depende del impacto diferenciado de cada una de las empresas. Bimbo y Gruma, por ejemplo, son las que tienen más presión por los granos, que son la base de sus mercancías.
“Las empresas suelen comprar con antelación, tienen pactados algunos contratos a veces por tres o seis meses en los que se fijan los precios, entonces estos precios no se ven reflejados de manera tan inmediata como en el mercado en general. Sí podría impactar en el caso de que subirán todas las materias primas, porque al final las empresas compensan los precios por las alzas de unos y las bajas de otros”, detalla.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), declara que la escalada de precios se siente ya en las tiendas del país en productos como granos, huevo, el azúcar, el pan y las tortillas, que se ha endurecido por el índice de inflación, que fue de 6.08% en abril. “Hay una fuerte escalada en el aumento de precios… y la gente ha dejado de comprar”, comenta.