Lala logró navegar en las aguas turbulentas del coronavirus y llegar a puerto. Pese a que el confinamiento afectó a varias categorías de productos el año pasado, la empresa mexicana mantuvo las ventas de sus artículos –leche y derivados– principalmente en los supermercados y en las tiendas de conveniencia.
En el reporte trimestral a la Bolsa Mexicana de Valores, la compañía señala que, aunque la venta de algunos de sus productos cayó en canales como en escuelas y los comedores de empresas, los volúmenes desplazados en estos segmentos no afectaron el resultado global de Lala en 2020.
Además, “el robustecimiento de las operaciones y la disciplina financiera, junto con la resiliencia y la flexibilidad del negocio, resultaron en un margen estable en México y una sólida posición financiera”, dice la compañía el documento.
Durante el último trimestre del año, los ingresos totales de la compañía mexicana incrementaron 7.5%, hasta los 20,654 millones de pesos, comparado con el mismo periodo de 2019. Esto se debió al consumo de categorías y presentaciones de consumo en casa, y al aumento en precios para compensar inflación en costos en Brasil y México.
La utilidad neta también subió 22,343%, hasta los 616 millones de pesos y el Ebitda del trimestre creció 55.4%.
“A pesar de los grandes retos, entregamos sólidos resultados de cara a nuestras prioridades estratégicas y objetivos. La exitosa recuperación del negocio en México resultó en una operación más estable, más eficiente y significativamente más viable”, dijo Arquímedes Celis, CEO de Grupo Lala, en el reporte.
Los resultados positivos obtenidos en el último trimestre permitieron a la compañía cerrar el año con un incremento de 6.7% en sus ingresos, hasta los 80,831 millones de pesos, gracias al crecimiento en volúmenes en México, Brasil y Centroamérica, así como a los aumentos de precio en Brasil y México.
La utilidad neta también subió 8.6%, hasta los 1,889 millones de pesos y el Ebitda anual fue 2.9% superior al de 2019.
El perfil de deuda de la compañía mejoró en el cuarto trimestre al ubicarse en un ratio de 3.1 veces deuda neta a Ebitda, respecto al 3.5 del tercer trimestre de 2020; 90% está denominada en pesos, 73% se encuentra en tasa fija y 86% del total es de largo plazo.