Hace unas semanas Unións Agrarias anunció la celebración de dos actos de protesta delante de las plantas que empresas como Lactalis y Larsa tienen en la provincia de Lugo. Los lugares fueron elegidos porque, según la formación, estas dos empresas estaban bloqueando las subidas en el precio de la leche. Desde Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa Food), propietaria entre otras de la marca Larsa, quisieron desmentir ayer estas acusaciones. «Todo lo que está diciendo es completamente falso», argumentan en la compañía, que asegura que el precio que pagan a sus ganaderos se ha incrementado en 2,5 céntimos desde el pasado mes de enero.
«No entendemos por qué los sindicatos están diciendo que bloqueamos las subidas en el precio de la leche o aplicando bajadas en el mismo, porque eso es totalmente falso», insisten desde Capsa Food. Aseguran que, desde enero a octubre de este año, el precio acumulado se ha incrementado en 2,5 céntimos de euro por litro, lo que supone un incremento del 8,11 % en el interanual. «Nuestros contratos con los ganaderos no son a precio fijo, sino que va indexado en función de la evolución de la grasa y la proteína en los mercados internacionales», argumentan. De esta forma, el 70 % del precio que percibe el ganadero es fijo, mientras que el restante 30 % varía en función de las cotizaciones de los otros productos.
La empresa asegura que está repercutiendo en los contratos con los ganaderos el buen precio que la grasa y otros derivados están obteniendo en los mercados internacionales y augura que los precios en los próximos meses seguirán siendo positivos. «Siempre compartimos el valor con nuestros ganaderos y ahí están los precios», concluyen en Capsa.
Protestas de ganaderos
Galicia, Castilla y León, Andalucía y Cantabria serán las primeras comunidades en las que los ganaderos saldrán a la calle para reclamar mejor precio por sus productos. Según la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), en seis años han cerrado en España más de 6.000 granjas, quedando solo 11.500 explotaciones. Y es que el sector, insiste, sigue con el agua al cuello por la subida de los costes de producción. La formación, en colaboración con ASAJA y COAG, ha lanzado un proceso nacional de movilizaciones para exigir a las industrias lácteas y a la gran distribución que reconozca la subida en los costes de producción y deje de presionar y ahogar al primer eslabón de la cadena. Las organizaciones se movilizarán delante de las industrias a las que acusan de impedir que los precios de la leche suban en el campo, como sucede en Francia o Alemania.