En la práctica, sostener en noviembre el mismo valor al productor por la materia prima leche cruda (de octubre), es lo mismo que bajarlo, dado el contexto inflacionario en curso y la disparada del dólar blue que encarece los insumos de producción en el tambo.
Las grandes usinas de la región, que son las que establecen los parámetros tácitos para la fijación del precio al productor, les están comunicando en estos días que no habrá aumento por su producción de octubre. En efecto, desde la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (MEPROLSAFE) confirmaron estas comunicaciones en base a las consultas con sus socios que remiten leche a industrias referentes de esta cuenca lechera. Esto implica que los 33 a 33,30 $/litro volverán a repetirse este próximo mes en los cheques tamberos.
Si bien los productores de leche de nuestra región vienen bastante mejor que otros eslabones de la cadena en cuanto a los aumentos, al momento un 73% interanual, igual de cierto es que los costos les aumentaron un 61% en los últimos 12 meses, casi 10 puntos más que lo que indica el promedio anualizado de inflación oficial.
CAE LA RENTABILIDAD
A pesar de que en lo que va de 2021, el sector primario acumula un aumento del 54% en el valor de su producción, el nivel de rentabilidad del tambo promedio cayó en septiembre producto de la desaceleración del precio que paga la industria. “Desde el mes de julio 2021 el precio al productor se ha incrementado por debajo de la inflación, con lo que el precio en moneda constante cae, no así el precio en dólares (con retraso cambiario evidente). La rentabilidad del tambo promedio que venía mejorando desde zona negativa en diciembre 2020, con un mes neutro y cinco meses positivos, en septiembre presenta una caída al 2,7%”, indicó el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) en su reporte de esta semana.
Cabe señalar que la rentabilidad sugerida en los modelos de análisis para un tambo promedio, se ubica en el 5% del retorno al capital, deducido todos los gastos, un porcentaje que los tambos no alcanzan desde julio de 2019; incluso con seis meses de rentabilidad negativa entre septiembre de 2020 y febrero de este año, según el seguimiento estadístico del OCLA.
“Si miramos los precios de la leche al productor, subieron en los últimos 12 meses el 73,2% y los costos promedio el 60,6%. Cabe recordar que la mejora porcentual de precios lo hace desde una zona de rentabilidad negativa. Por otra parte si miramos la relación precio/costo que subió desde noviembre 2020 a agosto 2021, en septiembre 2021 a pesar que sigue en un valor mayor a uno, ha caído”, analizó el ente lechero.
PANORAMA CARGADO DE INCERTIDUMBRE
La política de congelamiento de precios que comenzó efectivamente el día sábado aún no incluye en su lista a las principales marcas lácteas, según confirmó a este medio una fuente gerencial de una marca líder en el mercado interno. “Estamos viendo cómo atajamos este problemón, que por ahora lo único que logró es generar peleas con los clientes y las cadenas de supermercados porque es imposible cumplirlo con esos precios, que en realidad ni siquiera son los del 1 de octubre, en nuestro caso, la última actualización para precios cuidados viene del mes de julio y se mantiene hasta enero. No estamos aplicando nada todavía y por lo que sé, ninguna Láctea aceptó el acuerdo aún”, confió el industrial. Esta declaración va en línea con lo que sí ya anticipó el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Ércole Felippa: “Queremos dialogar y explicar nuestra situación; tenemos vocación de acompañamiento, como siempre la tuvimos con este gobierno; claro que entendemos que hay una población a la que se le han reducido sus ingresos, por eso somos solidarios, pero dentro de una situación razonable, porque de nada sirve que nuestras empresas dejen de ser sustentables”, declaró la semana pasada en ADN Rural.
Por último, el informe semanal del OCLA, lanzó un pronóstico sombrío: “Las perspectivas tanto en el mercado interno (congelamiento de precios) como en el internacional (problemas logísticos, dificultades en la exportación a Brasil, suba extraordinaria de costos de exportación y retraso cambiario) a pesar de la mejora en el precio de las principales commodities, pondrán gran tensión sobre la cadena a lo cual hay que agregar fuertes subas en muchos insumos primarios (agroquímicos y fertilizantes, entre varios otros), que pueden empeorar los resultados del eslabón primario, al igual de lo que ocurrirá con el sector industrial”.