Liliana de Peiretti es una mujer ejemplo del liderazgo femenino en el sector productivo. Desde hace una década dirige las riendas de Lácteos Santa María que desde el Parque Industrial San Francisco llega a las góndolas de todo el país.

En la industria “hace rato que las mujeres no solo están preparadas sino además empoderadas”. Así lo aseguró Liliana de Peiretti, quien a los 67 años y desde hace 10 está al frente de Lácteos Santa María, una marca y empresa radicada en el Parque Industrial San Francisco. 

Por su trayectoria y por ser considerada referente del lugar que ganaron las mujeres en el sector empresarial e industrial, el pasado viernes Peiretti fue distinguida en el Conversatorio “Mujeres del Campo Productivo” que se desarrolló en el marco de San Francisco Expone 2022.

Sobre el rol de la mujer en el mundo productivo, Liliana dijo: “En base a mi experiencia personal, no siento que por ser mujer haya estado menos capacitada, es una cuestión de estar preparado o no, que va más allá del género. No sentía que a mí me miraran de otra manera por ser mujer, pero entiendo que es una lucha que debemos seguir para ganar más espacios”.

Acompañad por sus hijos, Liliana es la socia gerente de la empresa familiar desde que falleció su esposo. Si bien asegura que la incorporación de mujeres no es algo nuevo en la planta láctea que dirige, donde gradualmente ellas fueron ocupando espacios laborales, sobre todo en áreas como administración o ventas, la entrevistada sostuvo que “la parte operativa tal vez es más limitante” en este aspecto ya que “demanda otros esfuerzos que no siempre una pyme puede asumir”.

“Con mi esposo fundamos la empresa desde cero. A mí me faltan conocimientos técnicos específicos, siempre estuve en el área administrativa y acompañándolo en el área de negociación, a la par suyo, entonces fui forjando un perfil negociador que hoy continúo”, recordó.

 “Tengo dos grandes pasiones: mi familia primero y luego mi empresa”, aseguró Liliana, que tiene 4 hijos y 10 nietos.

 

La empresa

Todo comenzó en 1979 en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. El matrimonio Peiretti iniciaba entonces una fábrica en el sector lácteo uno de los más grandes e importantes del país. En aquel entonces la producción de dulce de leche era el objetivo, pero el crecimiento y ritmo de trabajo fue ampliando la gama de productos y los puso de nuevo en la ruta.

Para 1981 los largos caminos y rutas que caracterizan a nuestro país trajeron a la empresa más cerca de la ciudad. Lácteos Santa María llegó entonces a la localidad de Santa Clara de Saguier donde se mantuvieron hasta el 2010.

Cuando la producción se hizo más grande, buscaron otro lugar para seguir creciendo y así compraron el terreno en el Parque Industrial, donde funcionan ininterrumpidamente desde hace 12 años para abastecer el mercado nacional.

 

La realidad del sector

“El sector lácteo hace rato que no crece”, afirmó Peiretti al analizar la realidad del rubro en la Argentina.

“Forma parte de una economía compleja con la vulnerabilidad de hacer un producto perecedero y de tener una oferta rígida de materia prima, lo que exige tener una cierta dinámica y ser muy creativo para que ante una caída de la demanda o cuando el precio exterior no cierra, amortiguar el impacto. Aunque no seamos una empresa exportadora, cuando la exportación no funciona para los grandes, aquellos que generan commodities, el sector interno se ve más saturado y lo sentimos”.

“Hace años que la industria láctea y la lechería esperan reglas claras en la economía, pero pasan los gobiernos y parece que nunca llegamos a ordenarnos como país”, concluyó.

 

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