Si bien la semana próxima comenzarán formalmente las negociaciones paritarias, hace ya varios días que hay acercamientos entre las cámaras empresariales y el gremio Atilra. Los actores entendieron que no pueden repetirse situaciones como las del año pasado donde la discusión ingresó en el plano de conflicto y pérdidas para todos.
Es más, ya casi estaría definido el aumento que recibirían los trabajadores lácteos, con la expectativa inflacionaria como número central para definir el monto, también se ha avanzado en otros puntos que suelen discutirse en estas instancias.
El único punto sobre el que las partes no lograron aún un acuerdo es el “aporte solidario” con la Obra Social OSPIL, algo previsible, ya que fue el foco de conflicto el año pasado, y las heridas no cerraron, hay dos posiciones bien marcadas y con serias dificultades para conciliarse.
Pero estas conversaciones que venían muy bien encaminadas, se están viendo cubiertas por un manto de dudas que se ha desatado en los últimos días.
El primer llamado de atención vino con el acampe y bloqueo de Lácteos Mayol, noticia que tomó relevancia nacional trascendiendo a los medios exclusivos del sector.
El segundo llamado de atención se está dando en estos momentos. En el día de ayer hubo asambleas en Danone Longchamps, en el área de logística. Se está pidiendo el pase a planta permanente a todos los trabajadores tercerizados. Un pedido complicado para una empresa que está ofreciendo retiros anticipados y tiene en revisión su negocio en Argentina.
Estos hechos pueden atentar contra las intenciones de los negociadores paritarios, que por una vez se llegue a un acuerdo sin conflictos. Veremos qué sucede la semana que viene cuando se encuentren las partes en el Ministerio de Trabajo.