Los veterinarios especialistas en medicina bovina tienen claro que las “vacas no son las culpables del calentamiento global” por lo que ven necesario “romper” con esa idea asentada en una parte de la sociedad.
Así lo explica en una entrevista, el presidente de la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (Anembe), Joaquín Ranz, en el marco del XXXI Congreso Mundial de Buiatría que se celebra desde el 4 al 8 de septiembre en Madrid.
La buiatría es la especialidad médica veterinaria dedicada a los bovinos y al resto de los rumiantes y en este congreso, más allá de intentar rebatir este asunto sobre el ganado vacuno, también se abordarán otros temas que repasa en esta entrevista.
PREGUNTA: ¿Ha sido difícil traer a España este congreso mundial?
RESPUESTA: No ha sido fácil y, de hecho, España lo ha conseguido al tercer intento.
Tenemos hasta 24 temas para abordar todas las áreas científicas relacionadas con el vacuno, con el resto de rumiantes y camélidos.
Al congreso acudirán más de 3.000 congresistas de 71 países.
P: Las emisiones del ganado, en especial del vacuno, suelen estar en el punto de mira de una parte de la sociedad, organizaciones e incluso instituciones, ¿cómo abordarán este asunto en el encuentro de Madrid?
R: En el congreso intentaremos romper ese tópico que es un poco cuestionable. Hay que demostrar cómo los cálculos que la FAO hizo en su día sobre las emisiones de metano no eran ajustados a la realidad.
En la pandemia se vio claro que las vacas no tenían la culpa porque las granjas siguieron funcionando y sin embargo bajaron los niveles de metano, ya que se redujeron las emisiones al usar menos combustibles fósiles debido al menor uso de los transportes.
También hay que tener en cuenta que el metano es un gas que, aunque se acumula en la atmósfera, se degrada, a diferencia del CO2. No sé hasta qué punto el esfuerzo desmedido en disminuir las emisiones de metano repercutirá directamente en el calentamiento del planeta.
P: Estamos terminando un verano que ha sido especialmente virulento en cuanto a los incendios en el medio rural, ¿cómo pueden contribuir los rumiantes que pastan a minimizar los riesgos?
R: Aunque no es un tema veterinario, se ha incluido en el congreso porque tenemos una sensibilidad especial con el mundo rural ya que estamos en contacto diario con él.
Es evidente que las fincas con animales están cuidadas porque no hay malas hierbas ni rastrojos sensibles a un incendio por lo que la ganadería, con su actividad, es un cortafuegos natural que evita los fuegos.
No se trata de emplear grandes recursos en limpiar el monte porque eso es poco sostenible, supone un gasto permanente en personas limpiándolo y con la capacidad limitada que eso tiene. Se trata de mantener la actividad ganadera para que, de forma natural, lo tengamos garantizado y evitemos esos incendios.
P: Abordar la sanidad mundial bajo el concepto “One Health” (Una salud) es algo reivindicado por la profesión veterinaria. ¿Desde cuándo es para el veterinario un concepto esencial?
R: La profesión veterinaria lleva ocupándose de la salud pública como primera barrera defensiva desde toda la vida. Los veterinarios se ocupan de esa salud pública desde su trabajo en el campo, en los mataderos o en la industria agroalimentaria inspeccionando los productos de origen animal.
No sólo somos médicos de animales, sino que también tenemos esa labor de servicio público. El veterinario es un inspector y una garantía sanitaria de que los alimentos de origen animal que se consumirán están sanos.
En cuanto al concepto “One Health”, es ahora mismo la palabra más moderna que indica cómo todas las profesiones sanitarias están interconectadas y que se puede trabajar al unísono.
P: Uno de los retos del “One Health” es la lucha contra las resistencias antimicrobianas. ¿Qué papel está jugando la medicina veterinaria en este reto?
R: Precisamente en el congreso veremos cómo las prescripciones veterinarias de antibióticos son una realidad porque hacemos un uso restringido de algunos antibióticos que también se aplican en humanos. Tenemos antibióticos clasificados en categorías y se usan una serie de ellos que ya no se suministran a las personas y no se generan así resistencias.
P: ¿Cómo está en España la situación sanitaria de la cabaña ganadera bovina en cuanto a la tuberculosis y a la brucelosis?
R: España lleva trabajando estas dos enfermedades desde hace más de 30 años gracias a campañas de saneamiento ganadero y estamos en un nivel muy envidiable.
Las tasas de tuberculosis son muy bajas y en cuanto a la brucelosis hay muchas comunidades autónomas donde está erradicada.
Las enfermedades de la lengua azul y de la fiebre aftosa no dejan de ser preocupantes también, aunque no sean zoonosis, porque son contagiosas entre los animales y tiene su repercusión económica en la cabaña.
P: ¿Cómo está la especialidad veterinaria sobre bovinos y el resto de rumiantes? ¿Hacen falta vocaciones?
R: La escasez de veterinarios en esta especialidad empieza a ser un problema que nos preocupa y queremos abordar cómo motivar a los estudiantes para que se dediquen a esta especialidad que, hoy en día, no es tan incómoda ni tan difícil como antiguamente.
En las facultades nos encontramos alumnos que entran a estudiar clínica de pequeños animales: ellos se ven como médicos de pequeños animales y desconocen, a veces, otras facetas amplias de la profesión.