¿Cómo puede un ganadero ayudar a que una vaca produzca más leche? Según un estudio de la Universidad Nacional de Costa Rica, la solución pasa por emplear «buenos protocolos de crianza». Los investigadores descubrieron que existe una relación directa entre la forma de criar a una ternera y la capacidad que esta tendrá en el futuro para producir leche.

El grupo de expertos confirmó que las fincas con altos estándares de crianza produjeron hasta 1.000 litros de leche más por vaca durante el período de estudio que aquellas calificadas con bajos rendimientos.

Los veterinarios explicaron que los resultados obtenidos se debieron a que los animales criados con altos estándares «llegan con un buen peso y altura cuando tienen su primera cría», lo cual hace que sean menos propensos a debilitarse y sufrir enfermedades tras el parto. Tal cuidado asegura que su primera producción de leche sea, además, sustanciosa; aspecto determinante para el resto de sus vidas como reses lecheras.

«Los ganaderos asumen que un problema ocasionado en el período de crianza se puede corregir en la edad adulta de la res, cuando, en realidad, podría significar un impedimento de por vida», apunta Gloriana Castillo, responsable de la investigación.

Otro hallazgo del estudio fue determinar cómo afecta la edad del primer parto de los animales en la producción de leche. Los datos evidenciaron que las hembras que parieron por primera vez cuando eran muy jóvenes producían menos leche que las que lo hacían más tarde. «En ocasiones, los productores prefieren apresurarse en obtener una cría de su vaca para ahorrarse los costos de crianza, sin saber que podría perjudicarlo más adelante», remarca Castillo.

Una vaca saludable vale por dos
Por último, los veterinarios también constataron que «si los productores se preocupan por tener vacas sanas desde su nacimiento pueden contribuir al cuidado del medio ambiente».

El ganado vacuno produce un potente gas de efecto invernadero llamado metano, el cual contribuye al calentamiento global. Si en una finca existe un menor número de reses porque producen la misma cantidad de leche o incluso más que una explotación con muchos animales de bajo rendimiento, se genera una menor huella ambiental.