De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el desarrollo del sector lechero es un instrumento sostenible, equitativo y poderoso para lograr el crecimiento económico, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, ya que la actividad lechera es una fuente regular de ingresos, proporciona alimentos nutritivos, mejora el uso de los recursos y genera empleo.
El procesamiento industrial de leche evolucionó a una etapa 2.0, con el propósito de optimizar la producción y garantizar la seguridad de este alimento esencial.
En Perú la inseguridad alimentaria, que ocurre cuando una persona carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y para llevar una vida activa y saludable, muestra niveles preocupantes. Según la FAO, más del 51 % de la población peruana vive afectada por esta situación, lo que equivale a 17.6 millones de personas. Esto sitúa al país como el territorio con mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en América del Sur.
Ante esta problemática, Tetra Pak, multinacional sueca reconocida mundialmente por sus soluciones de procesamiento y envasado de alimentos y bebidas, contribuye con la seguridad alimentaria enfocándose en diversos ejes, entre los que se encuentran la reducción del desperdicio de leche, a través del desarrollo de nuevas tecnologías de procesamiento que evitan deterioro, daños, pérdidas y garantizan la inocuidad de este alimento, para un mayor número de personas.
La compañía sueca innova constantemente en el desarrollo de envases de última generación, no solo con el propósito de proteger alimentos como la leche de la luz, el aire y los microorganismos para prolongar su vida útil, sin necesidad de refrigerarlos o de agregarles conservantes, sino también de que puedan ser transportados y almacenados en condiciones seguras, en cualquier lugar. Adicionalmente, estos envases, fabricados con materiales obtenidos de fuentes gestionadas responsablemente y certificadas, pueden ser reciclados para ser transformados en nuevos productos.
Las tecnologías usadas en la industria láctea están cada vez más presentes a lo largo de toda la cadena de valor: desde la producción, el almacenamiento y la recolección, hasta el transporte, el procesamiento y el envasado. En este contexto, el experto en producción lechera y gerente de Producto de Tetra Pak, Anders Andren, comparte sus perspectivas sobre cómo las tecnologías inteligentes pueden ayudar a optimizar cada paso de la cadena de valor.
Gestión efectiva de los establecimientos lecheros. A través de las tecnologías de automatización y procesamiento, los productores pueden supervisar de manera activa estas variables y hacer intervenciones oportunas para mejorar la reproducción, la eficiencia de la producción, el bienestar animal y la inocuidad alimentaria.
Producción de leche “inteligente”. El cambio hacia la tecnología conectada se vuelve una obligación para los productores lecheros que desean mantenerse competitivos. «Aquellos que utilizan las tecnologías de automatización pueden eliminar gran parte del trabajo involucrado en el proceso de ordeño», comenta Anders, «lo que libera tiempo para una gestión efectiva de los establecimientos lecheros y aumenta la eficiencia general de la producción».
Garantizar la calidad y la seguridad de los alimentos. Los productos lácteos de alta calidad que se conservan a temperatura ambiente dependen de un tratamiento del calor preciso que garantice la esterilidad comercial sin modificar el sabor ni el valor nutricional. En el tratamiento a altas temperaturas (UHT), el objetivo es maximizar la destrucción de microorganismos al tiempo que se reducen al mínimo los cambios en el producto. Esto significa encontrar la combinación óptima de temperatura y tiempo de procesamiento para los diferentes tipos de alimentos.
Operaciones sostenibles. Para mantenerse competitivos, los productores lecheros tienen que aprovechar las tecnologías de procesamiento y envasado que reducen el uso de agua y las emisiones de carbono.
En el marco del Día Mundial de la Leche, con una oferta cada vez más diversa (light, deslactosada, enriquecida, descremada) y tecnología que garantiza su seguridad y conservación, la leche reafirma su lugar como un alimento completo, funcional y al alcance de todos.