En la última mesa de competitividad del sector lácteo se analizó la situación que ofrece el mercado interno, con dificultades macroeconómicas e incertidumbre política y también las irregularidades registradas en la operatoria de pymes lecheras del interior.

El lunes se realizó la reunión de la Mesa de Competitividad Lechera, donde se evaluó el impacto de la situación económica y política en el sector lácteo, además del efecto que tendrá la detección de casos de irregularidades en pequeñas empresas, principalmente queseras y el empleo de la factura de crédito electrónica.

Fernando Córdoba, presidente de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe –Meprolsafe-, explicó a Infobae las temáticas que se trataron en el último encuentro del que participaron funcionarios nacionales y provinciales, con industrias y productores. “Se tocó el tema de la informalidad, y se pusieron ejemplos reales, donde en dos pequeñas y medianas empresas en Córdoba, una con 40 mil litros diarios y otra de 250 mil litros, la informalidad en ambas no baja del 30%, fiscalizado a través de relevar el ordeñe diario y luego lo que declaran esas industrias con el pago al tambo”, explicó el especialista.

Por su parte, Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera Argentina –CIL-, comentó: “Disponer de información como la que ofrece el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina –SIGLeA- permite hacer una fiscalización más precisa y de alta eficiencia. Esto es muy bueno. El segundo tema tratado fueron los avances planteados por la AFIP respecto al sistema de factura de crédito electrónico, lo que es muy importante”.

“Si bien esta herramienta se emplea con proveedores, y no alcanza a los productores, para la industria es un tema de interés para regularizar pagos y costos a través del empleo de este instrumento de financiamiento. Es un avance”, reconoció Paulón.

Entre otras cuestiones en la mesa lechera, donde las partes prometen continuar con este tipo de encuentros tras el 10 de diciembre próximo, se trató el tema precios, que están estabilizados desde julio pasado tras una devaluación del 23% registrada desde mediados de agosto que aceleró el incremento de los precios dolarizados. Al mismo tiempo las exportaciones lácteas están trabadas por la falta de estímulo que ofrece vender al exterior un valor inferior a los 3.000 dólares por tonelada.

Daniel Villulla, de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires –Caprolecoba-, participó del encuentro e indicó a Infobae que: “No hay magia ni en el corto, mediano y largo plazo, lo bueno de esta reunión es que en aquellos temas que hacen falta trabajar se lo sigue haciendo con independencia de los vaivenes y de la inestabilidad política, donde por ejemplo analizamos las acciones y ordenamiento que se está realizando en todo lo que es la fiscalización de la cadena láctea”.

“Se han detectado en el Interior irregularidades en distintos tipos de industrias y lo que refleja eso es el margen de mejora y lo que aún queda por trabajar: con esas infracciones reflejadas se tendrán que implementar las sanciones correspondientes pero plantea un escenario de regularización del mercado lácteo. Una de las áreas que más se avanzó es en los aportes a la transparencia del mercado lechero, donde hay calidad y cantidad de información que hoy dispone la cadena láctea, y que hace unos años no se contaba con la misma”, explicó.

Otro de los temas tratados, según indicaron los participantes, fue avanzar con una “compra inteligente” por parte del Estado en las licitaciones para adquirir leche que se realizan todos los años para atender los programas de asistencia social o alimentaria. El objetivo es avanzar con una coordinación la operatoria de compraventa para favorecer en precio al propio Estado nacional, pero también a toda la cadena.

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