Leche Río tendrá que desembolsar 2,18 millones para retornar a la Consellería de Medio Rural parte de las subvenciones obtenidas para la planta de Leyma en A Coruña. El grupo que preside Jesús Lence ya ha autorizado el pago, consistente en la devolución de 1,58 millones recibidos en el marco de ayudas del Programa Operativo Integrado de Galicia 2000-2006 y otros 601.000 euros por intereses de demora. Las arcas de la Consellería de Facenda recibirán el abono antes del 5 de abril, según informaron fuentes del mayor grupo lácteo gallego.
La subvención concedida a Leyma procede del año 2006 y se empleó para la adquisición de maquinaria para la planta coruñesa que, pasados 12 años desde entonces, “continúa en funcionamiento”, indican en Leche Río. Sin embargo, la Xunta comenzó a reclamar el retorno por incumplir las condiciones para la concesión de la subvención en septiembre de 2014 y llegó hasta el Tribunal Supremo, que le dio la razón en una sentencia del pasado 16 de enero.
Un arrendamiento financiero provocó el litigo con la Xunta
El conflicto radica en que Leyma acometió las inversiones gracias a un préstamo de Leche Río, su matriz. Para devolver el dinero, la filial contrató un lease-back, es decir, un leasing a la inversa. Leyma vendió la maquinaria al banco para acto seguido suscribir un contrato de arrendamiento sobre el activo hasta que volviese a su propiedad.
En este cambio de manos, la Xunta consideró que se habían incumplido las condiciones de la ayuda al no mantener Leyma la propiedad de los bienes subvencionados durante cinco años. Leche Río alegó que “desde la adquisición, todos los elementos adquiridos han estado en la empresa y desarrollando las actividades señaladas en la solicitud de subvención”. Y añadía: “Leyma cumplió con la finalidad de la subvención, pues los ha mantenido afectos a la actividad industrial subvencionada, no solo durante cinco años, sino aun al día de hoy”.
Discrepancias entre tribunales
La disputa generó controversia incluso entre tribunales, pues el Gobierno gallego tuvo que recurrir en casación al Supremo una sentencia previa del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que le daba la razón al grupo lácteo. Se trataba de dilucidar si Leyma tenía que mantener la actividad industrial durante 5 años o si lo que debía mantener durante ese tiempo eran los bienes que habían sido subvencionados. El TSXG interpretó que era la actividad industrial y el Supremo, que es el que manda, que debía mantener la propiedad de la maquinaria objeto de ayuda.
El quebranto para Leche Río, aun siendo de consideración, debería ser asumible, pues, a la espera de conocer los resultados de 2018, encadena tres años con buena rentabilidad, obteniendo en torno a siete millones de beneficio en 2016 y 2017.