La organización ha relatado: “Desde sus inicios, nos propusimos procesar y comercializar eficientemente la producción local de leche”.
Bajo este enfoque, la visión de la organización es erigirse como líder en alimentos en los mercados en los que participan, de manera rentable y sustentable. Estos principios han guiado su trabajo a lo largo de estas seis décadas, estableciendo un nombre y prestigio de excelencia.
En los últimos años, Leche San Marcos ha innovado estratégicamente su modelo de negocio al priorizar la eficiencia y la competitividad para lograr un desarrollo sustentable en el mercado mexicano.
Esta filosofía se basa en la generación de valor para consumidores, clientes, personal y accionistas. Como su propia misión afirma: “Reunimos lo mejor para crecer contigo, en San Marcos buscamos hacerlo bien”.
Su oferta de productos es amplia y refleja su compromiso con la calidad. Desde la tradicional leche de rancho hasta el sabor que va con todo de la crema ácida y queso asadero, la empresa satisface las necesidades del consumidor moderno. La diversificación incluye leches deslactosadas, light y lechitas con sabores (chocolate, fresa y vainilla), o un yogurt de frutas para disfrutarse en el día a día.
«Nuestra amplia presencia en el mercado nacional es un reconocimiento por parte de los consumidores, clientes y competencia, posible gracias a la combinación de capacidades y voluntades de todos los que han formado parte de esta empresa. Esto se ha logrado en respuesta a la definición de metas cada vez más ambiciosas y de largo alcance, las cuales, como consecuencia, la han posicionado a la altura de las exigencias de un mercado que ya es global”, resumió Leche San Marcos.
El valor está en la gente
Con una plantilla que supera los mil quinientos colaboradores en todo el territorio nacional, Leche San Marcos se distingue por su filosofía centrada en las personas. Los líderes de la empresa han dejado claro que consideran a la gente como la piedra angular y el eje central de la organización.
Este compromiso se manifiesta en la estrecha relación de los líderes con los colaboradores, un elemento esencial para comprender y satisfacer sus necesidades: “Si la dirección manda el mensaje de que la gente es primero, empezamos bien. Cuando no hay ese compromiso desde la cabeza, difícilmente vamos a avanzar. La dirección tiene que dar el ejemplo”, compartió Fabián Malacara, gerente de Capital Humano.
Además, el directivo destaca la práctica de escuchar directamente a los colaboradores, prescindiendo de intermediarios, lo cual proporciona una sensibilidad única con respecto a sus necesidades.
“Es básico escuchar a la gente, pero no a través de terceras personas, sino como recursos humanos. Esto te brinda mucha sensibilidad de lo que la gente necesita”, manifestó.
Fabián Malacara también resalta la habilidad de Leche San Marcos para comprender los requerimientos específicos que cada generación plantea. Por ello, reconoce la diversidad en su fuerza laboral, al comprender que no puede mantener una perspectiva rígida.
En lugar de ello, aboga por adoptar un enfoque más flexible y contempla que en la actualidad las personas buscan elementos novedosos que atraigan su atención —tanto al momento de ser contratados como para retenerlos en la empresa—.
Gracias a una historia arraigada en la innovación, la calidad y el compromiso con las personas, Leche San Marcos se ha consolidado como una de las empresas más reconocidas en Aguascalientes, con un prestigio indiscutible a nivel nacional. Su enfoque en la eficiencia y la creación de valor es un ejemplo de adaptación constante a las demandas del mercado, reafirmando su posición como un gigante de la industria láctea mexicana