Sin embargo, las ventas de abril registraron un volumen 3,7% inferior al mes pasado y en litros de leche equivalente se incrementaron un 3,5% en la comparación total mensual y crecieron 6,9% en el promedio diario.
Puede observarse, analizando por grupo de productos (cuadro de abajo), una caída muy importante en todos los rubros salvo quesos que cayó un 7,8% en litros equivalentes. Los productos de mayor valor agregado y unitario como quesos de pasta muy blanda, quesos rallados, leches saborizadas, yogures, flanes y postres presentaron una gran caída asociada a las subas de precios y al retraso en el poder adquisitivo del sector medio de la población que demanda en mayor cuantía estos productos.
Cabe aclarar que la Resolución 230 captura una porción mayoritaria de las ventas totales, quedando fuera ventas que posiblemente puedan tener un comportamiento diferente al descrito en el cuadro. Además, escenarios como el actual donde hay un fuerte deterioro de los ingresos reales de la población, hacen que proliferen las “ventas informales” que obviamente ninguna estadística puede registrar y además han crecido fuertemente productos que por precio sustituyen el consumo de lácteos, como rayados, bebidas con lácteos, margarinas y otros similares.
El Balance Lácteo que dispone de los valores de producción, existencias, importaciones y exportaciones de información oficial, calcula por diferencia el consumo. Para el 1° cuatrimestre de 2024 determinó una caída de consumo total del 16,9% y del 18,3% en el consumo per cápita, siempre medido en litros de leche equivalentes y en esta oportunidad corregido en cantidad días de cada cuatrimestre.
De todas maneras, cabe mencionar como dato muy relevante que el proceso de fuerte caída del consumo iniciado a finales del año pasado se viene desacelerando y algunos rubros como leches fluidas y quesos, presentaron mejoras en sus volúmenes en el último mes del que se dispone información (+4,9% y +8,1%, respectivamente).
En los dos gráficos siguientes se presentan las ventas (en miles de litros), a abril de cada año (refrigeradas y no refrigeradas), donde se puede ver por un lado el descenso en el total de leches fluidas (al menos las que captura la Resolución 230) que se viene dando en los últimos 8 años. Por otra parte, en el gráfico que le sigue a éste, se evidencia claramente cómo van creciendo en participación las leches no refrigeradas en detrimento de las leches refrigeradas, pero en estos últimos tres meses hubo una reversión a ese proceso, volviendo a recuperar algo de terreno las leches refrigeradas.
En el gráfico de abajo se ve cómo productos como las leches saborizadas o chocolatadas, que presentaron una muy alta tasa de crecimiento en el año 2022 (29%), y que era sólo por efecto de comparar con un año donde las ventas fueron extremadamente bajas, en 2023 crecen solo un 3,3% y ahora en 2024 se desploman un 45,0%, casi a niveles de pandemia. Situación muy similar presenta el gráfico que le sigue de yogures, postres y flanes.
Para los quesos, el principal rubro de destino de elaboración y comercialización de productos, se da una situación de caída más atenuada donde se prioriza por precio, al peso (fraccionados) y con prevalencia de productos más commodities (cremoso, barra y duros “frescos”) que especialidades.
A pesar de los comentarios, respecto al cuidado que hay que tener al analizar las bajas y subas de ventas de los diferentes productos en el período actual, lo que es contundente es que las ventas y por ende el consumo, presentan en los últimos años una tendencia a la baja en general y una primarización del mismo (productos más básicos: leches fluidas no refrigeradas, quesos al peso de segundas y terceras marcas y yogures bebibles de litro) en detrimento de aquellos productos de mayor valor agregado y por ende económico.
Esta situación sin duda se da por un fuerte deterioro de los niveles de ingresos reales, fundamentalmente de los segmentos medios de la pirámide de ingresos, lo cual al margen de reducir el volumen de consumo, afecta el valor del mix de ventas haciendo que se facture un menor valor en las ventas internas, que claramente reflejamos en los análisis de la cadena de valor cuando mencionamos los bajos valores del VLE Mercado Interno en dólares respecto a otros países.
Obviamente que los “control de precios”, agudizaron el proceso de menor recaudación de la cadena, al igual que la vigencia de derechos de exportación y tipo de cambio retrasado. En función al nuevo escenario en la política económica, con libertad de precios en el mercado interno y sin derechos de exportación y tipo de cambio algo más competitivo en el externo, modificarán significativamente la estructura del destino comercial de la leche (de 80/20 a 70/30). Los mayores poderes de compra de la leche por parte de la industria al productor se incrementan para el destino externo y la traslación al mercado interno de esos precios, más la fuerte inflación generalizada, y el deterioro del poder adquisitivo de la población (sobre todo su estrato medio que define los mayores niveles de consumo), abren un gran interrogante respecto al comportamiento del consumo interno, sobre todo la convalidación de las importantes subas de precios.
Evolución mensual de las Ventas en el Mercado Interno por grupo de productos
Evolución de las Ventas en el Mercado Interno en base a productos totales y tomando como Base = 100 enero de 2018
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