José “Pepe” Quintana analiza la evolución del sector lácteo, donde la tecnificación y la consolidación han disparado la producción, pero a un alto costo social.
La lechería argentina ha experimentado una profunda transformación en las últimas décadas. En una entrevista con Agrolink, José “Pepe” Quintana, director de Economía Láctea, analiza un fenómeno paradójico: el sector produce hoy la misma cantidad de leche que hace 20 años, pero con la mitad de los tambos. Este dato, que evidencia una alta productividad, subraya también el proceso de consolidación y la desaparición de miles de pequeñas y medianas explotaciones.
Según Quintana, la clave de esta eficiencia radica en una fuerte inversión en tecnología. Los productores lecheros que han logrado mantenerse a flote lo han hecho a través de la incorporación de robótica, galpones de alta tecnología y sistemas automatizados de ordeño y manejo. Estas innovaciones no solo han mejorado la productividad por animal, sino que también han optimizado el bienestar de las vacas, lo que se traduce en un mayor rendimiento.
Sin embargo, el especialista no oculta su preocupación por la falta de nuevos actores en la industria láctea. Aunque el cierre de tambos es una tendencia global, la dificultad para que nuevas generaciones se sumen al negocio es un desafío que amenaza la sostenibilidad del sector a largo plazo. Quintana señala que, si bien la inversión inicial es alta, un tambo bien gestionado y administrado puede ser altamente rentable, lo que sugiere que la barrera de entrada no es solo económica.
A pesar de las complejidades, Quintana se muestra optimista sobre el futuro de la lechería argentina. Destaca el potencial del país, con sus condiciones naturales inigualables para la producción lechera, y valora positivamente las políticas del actual gobierno, como la eliminación de las retenciones al sector. Para él, estas medidas pueden abrir nuevas oportunidades para que la industria argentina consolide su posición en el mercado internacional.
En conclusión, el análisis de Quintana ofrece una visión completa de un sector en constante evolución. La lechería argentina se ha vuelto más eficiente y tecnificada, logrando un notable aumento de la productividad. Sin embargo, el desafío ahora es cómo equilibrar esta eficiencia con la necesidad de fomentar la llegada de nuevos productores para garantizar la vitalidad y el futuro del campo argentino.
Fuente: Agrolink