El sector lácteo vive una recuperación histórica con más producción, mejores precios en dólares y créditos atados a litros de leche.
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En un escenario marcado por años de adversidad climática, política y económica, la lechería argentina muestra claros signos de recuperación. Según datos oficiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, entre enero y abril de 2025 se produjeron 3.300 millones de litros de leche, lo que representa un crecimiento interanual del 11 %, la mayor alza en cinco años. Además, la industrialización de productos lácteos creció un 13 % en ese mismo período, consolidando un cambio de tendencia.
Un análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario identifica los factores que impulsaron este repunte: condiciones climáticas más favorables, buena disponibilidad de reservas forrajeras, una relación insumo-producto positiva, mayor consumo interno y el impacto de la suspensión definitiva de retenciones a los lácteos, eliminadas en 2024. Esta última medida fortaleció la competitividad externa y mejoró el precio pagado a los productores.
La industrialización también muestra señales sólidas. En el primer cuatrimestre del año se elaboraron 389.700 toneladas de productos lácteos, incluyendo aumentos significativos en yogures (23 %), crema (18 %), manteca (14 %), dulce de leche (11 %), quesos (7 %) y leche en polvo (4 %). Estos incrementos reflejan un entorno más dinámico y una industria que responde a nuevas oportunidades del mercado.
Uno de los datos más relevantes es el precio de la leche medido en dólares. Según la BCR, en mayo de 2025 el litro de leche se pagó a U$S 0,40, muy por encima del promedio histórico de U$S 0,24 entre 2017 y 2024. Esta valorización obedece a una combinación de estabilidad cambiaria y mejores condiciones internas, lo que impacta positivamente en la rentabilidad de toda la cadena lechera.
Además, una innovadora herramienta financiera se suma al impulso del sector: un crédito lanzado por el BICE en 2024, cuyo repago está atado a litros de leche, fijados según el precio promedio oficial del SIGLeA. Este sistema, apoyado por un registro digital de contratos entre tambos e industrias, apunta a facilitar inversiones productivas, dando previsibilidad y adaptabilidad al financiamiento.
