La complicada coyuntura que atraviesa el negocio tambero queda patente al observar uno de los principales indicadores: el precio que las industrias lácteas pagan a los productores por el litro de leche en tranquera.
De acuerdo con un informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), las usinas abonaron un promedio de 19,07 pesos por litro por la leche de septiembre: significa un aumento del 2,3 por ciento con respecto al mes pasado y del 21,3 por ciento en relación a un año atrás.
Si se toma como parámetro solamente el valor abonado por las 18 empresas más grandes, el valor se ubicó en 19,35 por ciento, prácticamente con las mismas variaciones tanto a nivel mensual como interanual.
Es decir que, de movida, los tamberos están perdiendo contra una inflación que supera el 40 por ciento. Además, uno de sus principales insumos, el maíz, se encareció más de 60 por ciento desde fines del año pasado.
En este contexto, una buena medida para relevar el poder adquisitivo y la rentabilidad de los tambos es utilizar el dólar, como moneda constante.
El precio que percibieron en septiembre (panel 18 empresas) significa 25,7 centavos por litro y es el más bajo desde enero de 2019, de acuerdo con la serie histórica elaborada por la Ocla.
Además, es un valor que está lejos de los 30 centavos que en la cadena consideran como la base para lograr el punto de equilibrio que le da sustentabilidad al negocio.
Esa barrera estuvo cerca de alcanzarse en febrero pasado: desde ese entonces, el precio cobrado por los tambos se redujo 13 por ciento en dólares. Y siempre con una salvedad: el cálculo está hecho en base al tipo de cambio oficial.