La remisión de leche de los tambos hacia las plantas industriales en Uruguay fue mayor en julio de este año con relación a lo que sucedió en el mismo mes de 2022, con un aumento de 6,4% alcanzando los 188 millones de litros (en julio del año pasado habían salido desde los tambos 177 millones de litros).
El dato, aportado a El Observador desde el Instituto Nacional de la Leche (Inale), se complementa con otros dos ajustes, aunque ambos muy leves.
Uno es de un 0,3% menos cuando se compara la remisión total en los últimos 12 meses con relación al año móvil anterior, descendiendo a 2.091 millones de litros, aunque aún sobre la mítica barrera de los 2.000 millones, meta productiva lograda aunque no siempre solo en el último lustro (ver más adelante).
Hay, en cambio, una pequeña mejora en el acumulado de la remisión en 2023, avanzando a 1.090 millones de litros en los siete meses cumplidos y con datos finales, un 0,2% más que en ese período de 2022.
En los registros de 2023 la remisión de julio (188 millones de litros) es la mayor con base en mediciones mensuales, superando los 170 millones de mayo, con el menor volumen dado en febrero, 121 millones de litros.

Todo esto sucede en las puertas de la primavera, que es cuando se dan las máximas producciones; en 2022 el récord se logró en octubre, con 216 millones de litros, seguido eso por los 211 millones de remisión en setiembre.
En la historia, el mejor dato mensual sucedió en octubre de 2020 con 222 millones de litros remitidos por los productores de leche.
En la leche remitida a plantas en julio de este año, se indicó, en sólidos hay un 3,97% de contenido de grasa y un 3,53% de contenido de proteína; los mejores registros fueron 4,05% en abril y 3,57% también en abril, respectivamente.