En diálogo con RD se refirió a una baja en el precio de la leche como rumores y agregó: “No hay por el momento información acerca de que los valores promedio hayan tenido una modificación, puede ser que lo que haya bajado haya sido algún valor pico de empresas puntuales. Lo que hay que tener en claro hoy es que para la parte productiva es imposible modificar el valor porque el sector tambero tiene la mayoría de sus costos dolarizados”.
Salaverry indicó que una devaluación como la sufrida el pasado mes encarece los costos y “sería insostenible un baja en los precios”, sin ese margen tampoco se produjo una suba. Si se piensa en plantear una producción sostenible hay que considerar los valores primarios en dólar y también el precio final en góndola.
El representante de Carbap dijo que el sistema del Siglea da a conocer los valores promedio que paga el mercado, con base en las liquidaciones de leche, y eso es un avance. Pero justamente uno de los problemas del sector lácteo es la informalidad en la venta, porque “generalmente los contratos son de tipo verbales” y sin un valor de mercado de referencia (como sí se observa en la carne y otros productos) las variaciones se dan en todo el país. Y por ello las cifras van cambiando entre las provincias productoras.
El descenso del consumo en los lácteos, una situación que afirma la industria, parece tener sustento real. Y Salaverry señaló que igual se debe diferenciar entre los lácteos porque el de mayor consumo es el queso, que ronda el 50% de la demanda en góndola, y la leche fluida está muy por debajo. Pero entre los diferentes productos lácteos el precio es muy importante en la elección del consumidor. “Un problema que se viene dando, que ocurre en muchas de las producción primarias del sector agropecuario, es la diferencia entre el valor que percibe el productor y lo que se paga en el comercio. Un litro de leche al tambero se le paga en promedio unos 15 pesos y la gente la compra en algunos lugares hasta 60 ó 70 pesos. Todo esto produce una retracción en el consumo”, afirmó.
Entre las propuestas, de Carbap y CRA, al sector está la formalización de los contratos de venta de leche para dar más seguridad, con tranquilidad jurídica al productor y más certeza de los precios de la leche. Observando también otras cuestiones como los traslados, costos de logística de las fábricas y todos los factores que afectan la brecha entre “la tranquera y la góndola” para reducir esas distancias.