El precio de la leche pagado al productor uruguayo registró una leve caída en agosto respecto de julio, mostrando la sensibilidad del sector frente a la dinámica del mercado. Según datos difundidos, la retracción fue moderada, pero suficiente para encender la alerta en una actividad donde los márgenes de rentabilidad suelen ser ajustados.
Este ajuste refleja las variaciones propias de la cadena láctea, influenciada tanto por la estacionalidad como por los vaivenes de la demanda internacional. A pesar de la baja, Uruguay mantiene una producción estable y continúa consolidándose como proveedor confiable en los mercados externos.
Para los productores, cada fluctuación en el precio representa un desafío, ya que impacta en su planificación financiera y en la sostenibilidad de sus sistemas productivos. El sector insiste en la importancia de políticas claras que permitan mitigar los efectos de la volatilidad y acompañar la competitividad de la lechería nacional.
Fuente: Tardáguila