Pasé por el INTA Lechero a visitar a Milba Vera, Licenciada en Genética y Especialista en Mejoramiento Genético en Bovinos para Leche. Ella, y sólo ella podía poner blanco y negro sobre marrón, y ofrecerme una visión amplia y objetiva de la realidad. Así que le pregunté: ¿Litros o sólidos? Les comparto lo que me contó.

El planteo sólidos/litros está en el aire, pero no se termina de resolver. Unos productores me han dicho que luego de hacer números, les seguía conviniendo producir más litros, otros, que por las características de su sistema encontraban más conveniente ir por los sólidos, y otros más apáticos que si total no se lo iban a pagar, ni valía la pena cuestionárselo… Desde la otra vereda La Industria asegura que, por supuesto que sí se valoran y se pagan los sólidos

Entonces, ¿quién tiene la razón y quién está equivocado? Yo necesitaba ir al hueso, y que alguien probo y ecuánime, me contara los qué y los cómo del asunto, para poder sacar mis propias conclusiones.

De gira por Santa Fe, zona lechera por excelencia en nuestro país, pasé por la Estación Experimental Agropecuaria Rafaela a visitar a Milba Vera, Licenciada en Genética y Especialista en Mejoramiento Genético en Bovinos para Leche. Ella, y sólo ella podía poner negro sobre blanco, y ofrecerme una visión amplia y documendada de la realidad. Y entonces, le pregunté: 

 

  • ¿Litros o sólidos?

 

La tendencia mundial son los sólidos. La diferencia con nosotros… Y nosotros somos tan caraduras que competimos con nuestra materia prima a nivel mundial con la diferencia que tenemos en cuanto a políticas lecheras.

A nivel mundial está todo avalado por un acuerdo entre las industrias y toda la cadena lechera, incluso la comercialización. ¿Por qué? Porque a nivel industrial les conviene tener mayor cantidad de sólidos porque rinde más. Aparte, el tema de transporte de los líquidos es muy caro y estás gastando un montón de plata transportando algo que después no es tan eficiente a nivel industria. Esto en el resto de los países está priorizado, todo el mundo y las industrias pagan por los sólidos. 

Hace muchísimo tiempo está discutido acá en Argentina en las mesas lecheras, pero es la industria la que tiene que pagar ese background a nivel de producción de materia prima. Y la industria no lo paga. Para eso nosotros tampoco tenemos una política nacional que obligue o acuerde con la industria para que esta pague por eso al productor. 

 

  • La industria dice que sí paga. 

 

La industria da un premio. ¿Pero quién evalúa la calidad de la leche? Como se evalua esta cuestion. Quien paga los solidos de mas? 

 

  • Ayer estuve en una cooperativa en Ataliva, y me contaron que ellos tienen entre sus socios, un pequeño grupo que produce sólidos por excelencia y retiran de esas granjas directamente para determinadas empresas, que pagan un precio diferencial. 

 

El productor trabaja para ganar plata. Sacá toda la parte genética del medio. Todo tiene que estar en línea con que el productor produzca una materia prima y su comprador le pague bien por ella, es decir: lo que sale producirla y más una ganancia. 

El fundamento genético va de la mano de lo comercial. Si ellos lo que venden es “leche”, sea del color que sea y sea de la calidad que sea, ellos van a producir “leche”. ¿Para qué van a incorporar razas que producen más grasa y proteína, si total les pagan “leche” y no importa qué es lo que contenga?

Hay muchos productores que por otras cuestiones biológicas han incorporado otros animales, cruzas o no, u otras razas, y se encargan de vender el producto o de industrializar ellos mismos su leche. Entonces, pequeños o grandes tambos jersey, producen sus quesos, o negocian con industrias específicas que pagan el excedente y que sí pagan por sólidos. Ahí sí se ve la diferencia en el precio. 

 

  • ¿Y hacia qué apuntan las investigaciones del INTA en cuanto a calidad de leche? 

 

El Tambo de la UPLI (Unidad de Producción de Leche Intensiva), fue pionero hace 20/25 años, en incorporar una cruza en un tambo. Esto era blanco y negro porque la Holando es la que más litros de leche produce en el mundo. Después vienen razas como la Jersey, y muchas otras, pero la Jersey es la que más se puede acomodar a producir un poco más de leche y con mucho sólido. Otras razas producen bastante más sólido pero mucho menos litros. Son características raciales. 

En su momento, una gran empresa incorporó la Jersey, pensando que podía solucionar otro tipo de problemas de manejo del tambo, disminuir costos en la producción, por ejemplo, no precisamente aumentar los sólidos. Lo hicieron de un día para el otro, sin asesoramiento, y llegó un momento que no supieron cómo seguir. Ahí fue cuando le pidieron al INTA que tomara algunos animales en comodato para que empezara a averiguar cómo continuar. Así empieza el Tambo de la UPLI. Desde su inicio ese tambo fue cruza. 

 

 

  • En el mismo espacio, dos animales de porte menor como un jersey, en vez de uno más grande como un Holando.

 

Exacto. Se puede hacer en unidad de animales o en kilogramos de animal. La diferencia es que, por ejemplo, una vaca Holando pesa 700 kg, tal vez en esta situación vos no pongas exactamente dos animales Jersey, sino que hagas la equivalencia en los kilos en Jersey.

 

  • Uno y medio. 

 

Claro. Con todos estos años, podemos decir: Son eficientes, son sustentables, son sostenibles bajo estas condiciones y se justifican subiendo la carga animal. Se puede llegar a hacer cargas animales muy elevadas y el tambo produce y es competitivo. Si a esto le agregás que vendés tu leche a una empresa que te paga realmente los sólidos producidos, ya tenes cerrado el sistema.

Para llegar a esto hay que tener en cuenta todas las estratégias necesarias para que ese tambo sea sustentable. 

Nosotros hicimos una comparación de la productividad de los sistemas de leche con razas puras Jersey, con razas puras Holando, con la cruza, y tenemos las experiencias medidas bajo tres o cuatro parámetros de productividad, litros de leche producidos por hectárea, sólidos por hectárea, etc., y todos son sustentables. Y todos se pueden mejorar si les metes tecnología. 

Hoy en día, acá en Argentina, si los que manejan los tambos son buenos y competitivos pueden con cualquier tipo de raza, lo que no quiere decir que no se pueda hacer mejoramiento genético. 

Los países con los que competimos tienen programas nacionales de mejoramiento genético. Todos dijeron “vamos a producir más sólidos, más proteína, más grasa, y vamos a producir menos litros”. 

Como consecuencia, cuando queremos hacer un programa de mejora genética no sabemos para dónde tirar. Unos te quieren litros, otros quieren proteína y otros te dicen que como ellos venden reproductores, lo que necesitan es que sean lindas. Esto no debería ser así. Por eso acá funcionan las cruzas. 

 

  • ¿Y cómo se podría generar el espacio de discusión en el que se empiece a hablar de esa necesidad, de que todas las patas caminen para el mismo lado? Por ejemplo, mañana hay un encuentro de la cadena láctea en Rosario, una buena oportunidad para tocar este tema, pero no está en el programa. 

 

Es que no es un tema escabroso, es un tema histórico. Somos el único país donde el productor, al que todo el mundo crítica, sale con la plata, la gasta y la arriesga solito. Producimos y competimos a nivel mundial con ese riesgo que en el resto del mundo no se pensaría. El gobierno tiene que tener políticas de acompañamiento para todos los sectores productivos, tiene que ser por ley. 

 

  • ¿Y desde dónde hay que empezar a empujar para que eso pase? 

 

Eso trae muchos problemas que a veces se evidencian en el tiempo, y por necesidades concretas, se ponen en mesa la discusión. Por ejemplo, el control lechero oficial que es la forma en que el productor registra lo que produce, y después sirve de material para hacer las evaluaciones genéticas, y para hacer un programa nacional de mejoramiento genético animal, es manejado por la Asociación de Criadores de Holando Argentino (A.C.H.A).

El Ministerio le cede a A.C.H.A la autoridad de poder manejarlo. Esto, en realidad, es obligación del Ministerio, porque no debería tener un interés. A.C.H.A es una Asociación, y ahora maneja el registro de crías, el tema de las evaluaciones genéticas, y maneja un concepto en el cual ni se le ocurre juntarse con la industria y llegar a un acuerdo sobre los pagos y hacer un programa, porque no es su prioridad. 

En su momento, A.C.H.A tenía un montón de socios que pagaban un servicio y estaba todo bien. Luego vino la pandemia, y durante ese tiempo los controladores lecheros no podían entrar a los tambos. Después vino todo un problema económico, y el productor va descartando los costos que no prioriza, lo que llevó a que más del 60% de los productores que estaban asociados a A.C.H.A se fueran. 

 

  • Se disolvió el sistema. 

 

Se disolvió el sistema. Llamaron a una reunión rural (esto es cuenca central lechera nacional) para ver cómo podemos hacer para fomentar el control lechero de vuelta.

Es muy bueno el esfuerzo, pero mientras no exista una política de compromiso en donde se diga que van a acordar con la industria para establecer una forma de pago, para que tenga sentido un programa de mejora genética, nada va a funcionar. 

 

  • Ahora para volver a traer a los productores que se les fueron, necesitan demostrar que su servicio ofrece un beneficio deseable, por ejemplo, que hará que su producto tenga un valor agregado.  

 

Exacto. Todo es económico ¡y eso está bien! pero hay tanto lío en el medio que necesitamos acuerdos entre industria y gobierno.

 

  • Crisis es oportunidad. 

 

Todo este lío, desde INTA lo vemos como una oportunidad. Tenemos que acomodarnos a cada una de las necesidades de los productores, tratando de que su sistema, como a ellos les resulte y de acuerdo a como a ellos les paguen, sea sustentable, sostenible y económicamente rentable.

 

  • O sea que tienen que diseñar un sistema para cada productor. 

 

Todos son distintos y todos tienen diferentes tecnologías implementadas en función de su interés económico. Por ejemplo, lo del robot es hermoso, pero el costo no se recupera, visto desde el lado del productor medio de la Argentina.

 

  • Necesitamos ponernos a tiro en calidad de leche para comerciar internacionalmente. 

 

Paralelamente pasa eso. En el mundo hace años que se está trabajando en el mejoramiento genético de todo lo que es grasa y proteína, y tienen sistemas de producción con aumento de estos dos factores porque se paga.

 

  • ¿Y a qué más tenemos que adaptarnos para estar a la altura de nuestros competidores? 

 

Hay tecnologías que nos vemos obligados a adoptar por una cuestión de que producimos para vender afuera. Existe una presión que hace que tengamos que producir grasa y proteína.

 

  • Que se suma a toda la presión del cuidado ambiental, que para nosotros todavía no es un problema capital. Y ya que estamos, al producir más sólidos en menos litros, disminuimos el volumen a transportar, y a menor necesidad de transporte, menores emisiones de gases de efecto invernadero.

 

Y en realidad somos uno de los países elite, en el sentido de que nadie tiene sistemas productivos tan intensivos en sistemas pastoriles, tan grandes, como los nuestros. Nos están mirando mucho Noruega, que tiene convenios con INTA Argentina, y estamos buscando que aporten dinero para que nosotros podamos medir cosas acá, porque ellos tienen la tecnología, pero nosotros no tenemos la plata para invertir en esa tecnología.

Las emisiones de metano en lechería, pueden manejarse desde la parte nutricional y la parte de producción de pasturas, y esto es una de las mayores preocupaciones en nuestro país. 

 

  • ¿Por qué una preocupación

 

Porque la eficiencia no es la que tenemos que tener. Hay todo un trabajo previo a la emisión de gases en bovinos para leche, que está muy determinada en función de la pastura.

Sí, uno puede manejarse a través de la producción sin duda. Pero ya sin considerar el problema de la emisión de gases, la eficiencia de utilización de pasturas es baja para nosotros. Poner a punto eso es muy bueno, pero nosotros no podemos medirlo porque se necesita tecnología que no hay. 

Estamos tratando de enganchar a países europeos diciéndoles que sí, vamos a medir las emisiones de gases, pero en realidad no es nuestro problema prioritario. Para ellos sí lo es, así que estamos viendo si podemos matar dos pájaros de un tiro. 

Todo va de la mano. Nosotros en el INTA Rafaela, realmente, tenemos una visión muy amplia, que no es común en el resto de las instituciones porque no tienen esto que nosotros tenemos, el manejar sistemas de producción reales, y de tener un pasillo con especialidades de todas las áreas. Esto es fantástico, nos da una visión general de la situación, desde economistas hasta nutricionistas, reproduccionistas, calidad de leche, etc. 

Ahora, por ejemplo, se está por armar la nueva cartera de proyectos de INTA. Nuestros proyectos establecen la visión y misión a 30 años, y dentro de esos 30 años se establecen carteras de 6, 8 o 10 años, que son proyectos a nivel nacional y regional. 

Dentro de esas carteras de proyectos se reciben las demandas de los productores y en función de lo que ellos necesitan se organizan y priorizan los tiempos en los que nosotros vamos a trabajar. 

 

  • Y para un productor que, por ejemplo, nunca tuvo contacto con el INTA, que no sabe cómo se acerca o de qué manera tiene que gestionar la colaboración del INTA para su desarrollo ¿cuál es el mecanismo para solicitarla?

 

Hay una red de contactos (emails, whatsapp). Llegan a un sólo lugar a nivel nacional y los extensionistas del INTA se encargan de derivarlos a los especialistas. Por otro lado, generalmente los INTA se especializan en las producciones de la zona.  Nosotros nos especializamos en leche. Las puertas están abiertas para el que se quiera acercar. Vienen, llaman en caso que quieran ubicarse con un especialista en particular, y nosotros los atendemos. 

 

 

Está el Club Tambero y todas las redes de whatsapp.

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