Producto de la escasez de leche en el mercado local.
El ajuste de precios de la leche pagada al tambero –producto de la escasez del producto registrada en los últimos meses– se trasladó de manera directa a la góndola.
En el último año, según los últimos datos publicados por el Indec correspondientes al pasado mes de junio, la “canasta láctea” mostró una inflación interanual del 92.1% versus un 54.8 % el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires.
En el segmento lácteo, las mayores variaciones interanuales correspondieron al yogur firme (+108%), queso cremoso (+99.4%), queso pate-grass (+93.7%), queso sardo (+92.1%), leche en polvo entera (+87.8%), manteca (+83.2%) y leche fresca en sachet (+82.1%), mientras que el dulce de leche ajustó en un 76.5%.
En segundo lugar se ubicó la canasta avícola con un ajuste interanual del 64.2” integrado por el pollo entero (+80.6%) y los huevos (+49.5%).
La canasta de productos farináceos básicos en la ciudad de Buenos Aires experimentó un aumento promedio interanual de precios de 60.6%, el cual estuvo liderado por los fideos secos guiseros con un ajuste del 79.9%, seguido por la harina de trigo (+63.4%) y las galletitas dulces envasadas (+49%).
Por su parte, la canasta cárnica bovina –integrada por el asado, carne picada, paleta, cuadril y nalga– ajustó prácticamente en línea con la inflación general de los alimentos básicos al registrar una variación interanual del 53.0%.