El último informe del Ministerio de Agricultura estima que de media producir un litro de leche cuesta en Galicia 0,36 euros. El dato no recoge aún las últimas subidas de precios que están disparando los piensos, los fertilizantes, el gasóleo o la factura eléctrica. Los ganaderos han comenzado ya a negociar los nuevos contratos, pero las principales industrias se niegan a pagar más. Las últimas ofertas están alrededor de los 0,29 céntimos. Por cada litro, siete céntimos de pérdidas. Los ganaderos gallegos iniciaban esta semana las protestas. Los tractores rodeaban la muralla de Lugo para volver a denunciar que el campo se asfixia. No es la primera vez que la leche se vende por debajo de los costes de producción, pero los sindicatos agrarios denuncian que en esta ocasión la factura que pagan para poder obtener su producto acumula una subida sin precedentes.
«En estos últimos meses se ha producido una subida de costes brutal», explica Félix Porto, secretario de acción sindical de Unións Agrarias (UUAA). El pienso, explica, ha aumentado en 60 euros la tonelada. Lo que antes se pagaba a 280 euros ahora necesita un desembolso de 340. «Hay granjas que están pagando el doble que hace tres años por la electricidad», indica también Isabel Vilalba, secretaria xeral del Sindicato Labrego Galego (SLG). A esto se le suma además un incremento de hasta el 45 % del gasóleo agrícola con respecto al año pasado, según las cifras de un informe del sindicato UPA para toda España.
Los sindicatos denuncian que los problemas de suministro de materias primas que se dan a nivel mundial están debilitando aún más el endeble estado de las explotaciones lácteas gallegas. Vilalba apunta a la «especulación» que a nivel mundial se está produciendo por parte de fondos de inversión que «retraen la puesta en el mercado» de los productos para forzar una subida de precios. A esto se le suma, además, el encarecimiento del transporte marítimo. «Antes, fletar un contenedor podía costar 2.000 euros, y ahora 9.000», ejemplifica. Pese a los esfuerzos por incrementar la base territorial de las granjas de forma que puedan cultivar su propio alimento para el ganado, en Galicia la mayoría de ellas tiene que seguir recurriendo al mercado para tener suficientes piensos. Pero aún siendo autosuficientes la situación no mejora. Los abonos y fertilizantes también han disparado su coste igual que el gasóleo para los tractores. A ello se le suma la subida de la electricidad provocada por la crisis del gas natural, que podría empeorar en los próximos meses por culpa del cierre del gaseoducto que traía el gas desde Argelia a través de Marruecos. Los ganaderos tampoco pueden aprovechar los horarios de tarifa eléctrica más baratos. Las vacas, recuerdan, no se pueden ordeñar a las cuatro de la mañana.
Protestas
Aunque el sector todavía no se ha puesto de acuerdo para convocar tractoradas unitarias, algo que no se descarta para el futuro, ya hay nuevas convocatorias de protesta. Agromuralla empezó el jueves en Lugo. La próxima semana UUAA organiza una movilización ante la sede de Lactalis, la industria que más litros compra en Galicia cada día. Será el próximo jueves 11. Los ganaderos darán la batalla después, el martes 16, en Larsa. Estas son dos de las industrias que están ofertando los peores precios para los nuevos contratos. «Están planteando una renovación a un año. Serán los precios para los próximos meses y los costes seguirán incrementándose. Ya nos están diciendo las empresas que venden el cereal que en el mes de diciembre va a volver a subir», indica Vilalba. «Tenemos que intentar de una vez por todas que haya un precio digno», reivindica Félix Porto.
El secretario de acción sindical de UUAA recuerda que la ley de cadena alimentaria (aún en tramitación) ya recoge que los ganaderos no pueden vender por debajo de los costes de producción. «El Ministerio lo sabe de sobra, pero no se actúa», reprocha Porto. Desde la Xunta también se pide al Ministerio que actúe. El conselleiro de Medio Rural, José González, reclamó el pasado jueves al departamento de Luis Planas que garantice unos precios justos para agricultores y ganaderos. González también pidió a la industria que repercuta en los productores las subidas del precio de la leche que los establecimientos comerciales ya han empezado a aplicar a los consumidores.