Los ganaderos destacan el desarrollo de la genética en los animales y piden más control a los precios y a la venta informal.
En 2019 el consumo de leche en Ecuador fue de 55’579.975 litros, según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Entre mayo de 2017 y diciembre de 2018, la cifra fue de 4’652.279,27 litros mensuales.
Para 2019, los litros consumidos ascendieron a 5’052.725,08 al mes. Es decir, hubo un alza del 8%. Los logros fueron alcanzados gracias al Acuerdo Nacional Lechero, explicó Eddy Pesántez, subsecretario de Producción Pecuaria del MAG. El principal objetivo superado fue el acopio y captación de leche a nivel nacional.
Para Rodrigo Gallegos, director ejecutivo del Centro de la Industria Láctea, las cifras no son muy alentadoras. Citó el verano de 2019, cuya fuerza en la Sierra ecuatoriana hizo que las lluvias se redujeran y, por tanto, también la producción de leche.
Entre sus observaciones, Gallegos explicó que una de las principales afectaciones al sector es el mercado informal que “se vuelve cada vez más grande. Un eventual aumento en el volumen de la leche producida es absorbido por procesadores informales que compiten de manera desleal con todos los integrantes de la cadena de producción”.
Pero también pidió que se hiciera una revisión y el mejoramiento de los mecanismos de compra y pago por la leche. “Tenemos una de las leches más costosas del mundo, y esto se debe a factores estructurales que no nos permiten ser competitivos”, indicó. Para Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura, la tramitología es una de las razones para el encarecimiento del producto.
La gestión del MAG durante el actual Gobierno permitió que el acopio de leche beneficiara a 648.123 ganaderos. Chimborazo fue la provincia que más aporte brindó al sector. Otros sectores pecuarios Según el MAG, el sector cárnico incrementó su producción. Pero un reto sigue siendo la mejora de la genética en bovinos y, por esa razón, mantienen acuerdos con una central genética paraguaya. La práctica permitirá un “mejor rendimiento, más kilos de peso al destete para lograr una mejor calidad de la carne”, indicó Pesántez.
Gómez de la Torre celebró la iniciativa de ganaderos por mejorar la genética, tecnología y la provisión de alimentos. “Se sigue hablando de especialización de razas y tipo de carne, aunque tenemos pendiente el centro de faenamiento con los Gobiernos Autónomos Municipales”, dijo.
También pidió que el MAG mantenga en agenda el tema de la trazabilidad bovina para cumplir con las expectativas de los países a donde exportan, como la Unión Europea. Las secuelas de las protestas Las cifras negativas con las que concluye el año el MAG están enfocadas en el sector porcícola y avícola.
Una de las principales razones para el decrecimiento del sector fueron las protestas generadas en octubre de 2019. “En el caso de aves hubo pérdidas millonarias porque no podía llegar el alimento a las zonas de producción”, explicó Pesántez.
Las acciones afectaron sobre todo al callejón interandino y al sector lechero. “Eran 5 millones de litros diarios los que necesitábamos ver por dónde pasarlos. Las industrias se solidarizaron entre sí. Hubo industrias saqueadas”, criticó Pesántez.
En la etapa posparo, dijo el funcionario, hubo animales enfermos, “porque si no se ordeñan las vacas, los animales enferman”, explicó. Además reiteró que el trabajo sigue. El sector porcícola y avícola será el foco objetivo para el trabajo del 2020 del MAG, adelantó Pesántez.