Meprolsafe, ante una nueva y repetida crisis que pareciera se avecina para la próximos meses del 2020, manifiesta su preocupación.
“El sector lácteo venía recomponiéndose en los últimos meses, teníamos un precio para nada despreciable, pero ahora con todo este tema del coronavirus, la caída del consumo más la caída de las exportaciones, se nos están prendiendo luces amarillas en el sector y de ahí nuestra preocupación hacia lo que se viene”, comienza explicando Fernando Córdoba, presidente de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe.
Sobreoferta primaveral de leche cruda (10.500 millones de litros/año); mercados internos y externos con precios deprimidos como consecuencia de la pandemia; consumo interno de 182 litros/habitante/año, que equivale a 8.500 millones de lts/año; exportaciones con baja de volúmenes; y sobrante de colocación de aproximadamente 1.000 millones de lts./año. Un escenario mundial con algunos de estos componentes ha llevado en las últimas semanas en algunos países, a que los productores tiren leche en los canales ante la imposibilidad que las industrias absorban esos volúmenes.
Meprolsafe como entidad de productores no quiere que una situación similar se pueda repetir en nuestro país.
Córdoba señala que “la producción viene creciendo en los últimos meses alrededor de un 8 o 9 por ciento interanual, los picos de mayor producción se van a dar en septiembre-octubre, pero ya ahora está habiendo un excedente de producción que no se puede colocar en el exterior por todo esto de la pandemia. A su vez ha bajado el precio internacional, Argentina tiene altos costos de procesamiento entonces la industria es poco competitiva y las preocupaciones están en que ese excedente caiga al mercado interno y lo destruye”.
Además el dirigente continúa indicando que “generalmente acá el que sale beneficiado en el sector comercial cuando ocurren estas cosas, porque tanto el consumidor como el productor. Al productor le bajan el precio y el consumidor sigue pagando precios elevados, más allá de que pueda encontrar algún producto en oferta, con puede ser un queso cremoso o algún yogur, pero el resto de los productos siguen estando a niveles muy altos”.
Desde la entidad que preside Fernando Córdoba advierten sobre este problema y manifiestan que “se pongan en marcha mecanismos que alguna vez se firmaron ya casi 20 años, que es el compromiso de San Francisco dónde lo firmaron los ministros de la producción de las provincias productoras de leche, las entidades de productores, la industria y sobre eso se avanzó muy poco”.
“Eran seis puntos básicos del acuerdo: la leche de referencia, liquidación única, pago por calidad, la claridad del mercado para que el mercado negro no exista, los análisis, la fijación de un precio para el productor y el manejo de los excedentes. Si se hubiere trabajado sobre algo de eso quizás todo esto ciclos repetitivos que estamos teniendo se podrían haber evitado o atenuado”, dijo Córdoba.
UNA LOGISTICA MUY COSTOSA
Respecto a la distorsión de precios que existe entre lo que percibe el productor y lo que debe pagar el consumidor, sobre todo en ciudades que están cercanas a los centros de producción, el presidente de Meprolsafe, explicó que eso ocurre por “la intermediación, por los altos costos laborales, por los impuestos, -el Estado participa con más del 42% en impuestos dentro de lo que es la cadena láctea-, entonces todo ello hace que se encarezca el precio al público. Hoy el productor está recibiendo $18 por litro, repitió el precio de abril y repitió el precio marzo; que el precio se mantenga significa que vas a estar teniendo menos ingreso, porque con la inflación que hay que se mantenga el precio significa que está recibiendo menos. La provincia está haciendo algo, está buscando mercados externos para colocar la producción, pero se necesita el es Estado intervenga, regule vea también cómo bajar la carga impositiva que hay”.