Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras hacer un primer análisis de los datos publicados por el FEGA sobre las entregas de leche, resalta que la continuada tendencia a la salida de los ganaderos del sector de vacuno de leche, acompañada con un aumento de la producción, indican que la presión de precios en el mercado está empujando a las granjas familliares a una concentración e intensificación productiva, que no casa con las orientaciones de una PAC más centrada en los valores añadidos de la sostenibilidad.

Según los datos del Fondo Español de Garantía Agrícola (FEGA), las entregas de leche entre 2015 y 2018 habrían pasado de 6,65 a 7,02 millones de toneladas, mientras que la media de ganaderos con entregas en esos años habría evolucionado desde los 16.795, a los 14.070. Ello implica una entrega media por ganadero que se habría incrementado en un 25,1 %, hasta situarse el pasado año en 506,1 toneladas. El boletín FEGA correspondiente a abril pasado indica que se mantiene dicha tendencia.

INTENSIFICAR PRODUCCIONES NO SOLO EN EL SECTOR LÁCTEO

Unión de Uniones considera que las señales que el mercado le manda a los ganaderos les empuja a la concentración y la intensificación productiva, un fenómeno que se produce igualmente en otros sectores ganaderos y también agrícolas como el viñedo o el olivar.

Las reglas del mercado en cuanto a instrumentos de regulación disponibles, acuerdos comerciales con países terceros, reglas de competencia y funcionamiento de la cadena alimentaria son las autoridades comunitarias y de los Estados miembros quienes las determinan, y es en este contexto, en el que no se corrige la volatilidad de los precios al productor. Y en este escenario, el camino para una gran parte de los productores es competir produciendo más y sobredimensionando sus explotaciones lo que conlleva costes añadidos en inversiones y mano de obra.

«Decirle a la sociedad europea que están trabajando por hacer una PAC en favor de un modelo agrario con otros valores añadidos como la sostenibilidad ambiental y luego colocarnos en el mercado a competir salvajemente por la vía de los precios es un increíble ejercicio de hipocresía de la Unión Europea», expresan desde la organización.

Precisamente en el informe recientemente hecho público por la Comisión sobre la aportación de la PAC a las acciones contra el cambio climático, se valoraba la contribución de la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del sector agrario, pero se llamaba la atención sobre las emisiones netas de la ganadería intensiva.

«Nos dicen que hay reconducir la actividad ganadera a la extensificación, pero nos imponen unas normas de mercado que llevan los precios a un punto insostenible» y apuntan todavía «con unos costes de producción que, además, se ven incrementados por todas las normas medioambientales, de trazabilidad y de bienestar animal que nos obligan a respetar a nosotros, pero no a los productos que se importan».

La organización recuerda en este sentido, que tras la crisis gravísima de precios que han sufrido los ganaderos en estos pasados año, sólo ahora se recuperan en España niveles similares a los que había en 2015, aunque son inferiores en un 8 % a la media de la Unión Europea y sigue muy por debajo todavía del 2014, último año en que estuvieron claramente por encima de los costes productivos.

«Lo primero para poder tener una ganadería más ligada al medio ambiente es que siga habiendo ganaderos. Si lo que quieren es que desaparezcamos muchos habitantes del medio rural y que la producción se quede en mano de unas pocas macrogranjas, van por el buen camino» concluyen.

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