Estos, los gremios más importantes de agro, manifestaron que, en medio de la situación crítica que vive el país por cuenta del COVID-19, este proyecto tendría un gran impacto en la canasta básica de los colombianos, por los tres aspectos clave que propone: el encarecimiento del costo de los alimentos, el crecimiento de la informalidad en el campo y la posición de desventaja del producto nacional frente a los importados.
“Al eliminar la categoría de bienes exentos de los productos básicos de la canasta familiar y pasar a excluidos, significa que los insumos para la producción de alimentos como el arroz, la carne, el pollo, los huevos, el cerdo, la leche y el pescado, van a tener un sobrecosto que en algunos sectores de la cadena de alimentos será entre el 5% y el 10%, valor que lo tendrá que pagar el consumidor”, advirtieron.
Además, la reforma dejaría en desventaja a la producción nacional, ya que los productos importados entrarían sin IVA al país, por lo que la competencia de precios no sería justa.
Para el gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Rafael Hernández Lozano, “esta reforma representaría un gran problema teniendo en cuenta que el arroz es uno de los productos que tendría mayor impacto, dado que los plaguicidas que representan el 15% de la estructura de costos serían gravados con un impuesto al consumo del 8%, incrementando el costo de los productores y seguramente aumentando el precio del producto al consumidor sin que los más pobres puedan ser compensados por la devolución del IVA al tratarse de un impuesto al consumo”.
Por su parte el Presidente Ejecutivo de Fenavi, Gonzalo Moreno, “resulta imposible pensar que, hoy cuando la devolución del IVA en la producción de huevo y pollo representa aproximadamente $1 billones, el cual no pagan los consumidores, no tendrían ningún efecto. Esto implicará que el consumidor pague un IVA oculto en los costos de producción superior al 5.0%, aproximadamente $18 por unidad de huevo y $338 por kilo de pollo”.