Si bien para un país agroexportador un fortalecimiento del tipo de cambio es algo positivo en una perspectiva de mediano plazo, en el corto plazo no todos aprovechan por igual esa ayuda para elevar sus niveles de competitividad. En la lechería hay dos caras, por un lado, la industria recibe más pesos por sus exportaciones en dólares y eso ayuda a mejorar su ecuación, pero los tamberos tienen el 70% de sus insumos (incluidas la rentas de los campos) en dólares y reciben sus ingresos en pesos.
Los tambos uruguayos percibieron en enero un precio promedio por litro de leche de $ 11,64, equivalente a unos US$ 0,31. Con la cotización de cierre del dólar interbancario de este miércoles ($ 46,1), el precio en dólares caería a unos US$ 0,25 por litro si ese fuera la cotización de cierre para la liquidación de marzo. Así, los tamberos verían una reducción cercana al 20% en su precio en dólares, todo por la fuerte suba del tipo de cambio.
Y la perspectiva para que las industrias puedan subir el precio en pesos en esa magnitud, a corto plazo, luce compleja. Por un lado, la pandemia del coronavirus también está golpeando al mercado internacional de los lácteos (Fonterra volvió a caer este martes), mientras que nivel interno todavía no puede ser cuantificable cuánto caerá el consumo por la fuerte paralización de actividades de la economía uruguaya.