El empresario duda de la eficacia de los controles de precios. Espero que sea el último, dijo sobre el congelamiento.

La Argentina necesita que las empresas nacionales sean protagonistas”. Lo dice Luis Pagani, CEO y presidente de Arcor, la mayor alimenticia del país y el grupo empresario con la mayor cantidad de mercados abiertos en el mundo. En 2021 Arcor cumplió 70 años y contabiliza 40 plantas industriales en la región y alrededor de 20.000 empleados. Además, este año Arcor y Pagani ocupan el segundo puesto en los rankings de empresas y líderes empresarios con mejor reputación.

—En este contexto de crisis, ¿cuáles son las prioridades del país?

—Este escenario tan complejo nos obliga a estar atentos y a tomar decisiones las 24 horas. Llevo 38 años en la conducción de Arcor y a pesar de las dificultades, soy optimista. Creo que la Argentina finalmente acordará con el Fondo, ojalá que antes de fin de año o en los primeros dos meses del próximo. Esto es tan necesario para el país y para las empresas. Es muy difícil para un país estar aislado de los mercados. El nivel de pobreza es preocupante y deberíamos ponernos a trabajar para que eso disminuya.

—¿De qué manera?

—Se revierte con trabajo, pero la educación es fundamental como herramienta. Hay que poner en marcha el sistema rápidamente, porque ya veníamos con niveles bajos y la pandemia dejó a muchos chicos afuera y hay que tratar de que retomen. Deberíamos hablar de un plan educativo para el siglo XXI ya que la educación es un vehículo para capacitar y dar trabajo.

—¿Se puede hacer algo contra el alza inflacionaria?

—Argentina es un país sin moneda. En los últimos 50 años, salvo la Convertibilidad, ningún plan funcionó contra la inflación. No existen planes milagrosos y estamos acostumbrados a recurrir a los milagros o la magia sin hacer los deberes.

—El Gobierno implementó un nuevo congelamiento de precios. ¿Puede funcionar esta vez?

—La empresa se adapta a lo que las autoridades dispongan.Una empresa nacional como la nuestra conoce la realidad de los ingresos de los argentinos. Lo entiendo por sensibilidad, pero los controles de precios son cuestiones temporarias. Yo creo en el libre mercado inteligente, porque hay que cuidar a la industria. Sin embargo, la competencia estimula creatividad y espero que las autoridades lo tengan en cuenta. No es la primera vez que vemos un congelamiento, pero sí espero sea el último.

—¿Qué proyecta para 2022 en materia de consumo y actividad?

—La economía se viene recuperando, según los parámetros de nuestras ventas. En la pospandemia, la economía se normaliza y el crecimiento del PBI este año es un rebote de la caída de 2020. Hay un envión como para seguir creciendo el año próximo y eso se ve en el interior productivo. Hay más actividad y eso se refleja, por ejemplo, en la renovación del parque de la maquinaria.

—¿En Arcor pasa lo mismo?

—El año pasado, con los kioscos y muchos negocios cerrados, sufrieron las categorías como golosinas y otros productos vinculados a la compra por impulso. Se trata de una recuperación. Pero lo más importante es que todas las categorías volvieron a tener dinamismo: alimentos, golosinas, chocolates y galletitas. Para el año próximo proyectamos un crecimiento de entre 2,5% y 3% en volumen.

Arcor es el mayor productor de caramelos en el mundo. También es el principal exportador de golosinas en la Argentina, Chile y Perú. En 2020, facturó US$ 2.150 millones, de los cuales US$226 millones fueron por ventas al exterior.

—El Gobierno plantea que el principal desafío es incrementar las exportaciones. ¿Qué proyecciones baraja para Arcor?

—Nuestras exportaciones se recuperaron en 2021, pero podíamos haber crecido más, si no fuera por los problemas de logística naviera, que retrasaron los envíos.

—¿Cuánto inciden las exportaciones en los negocios de Arcor?

—Son clave, pero la carga tributaria es un problema porque nos hace perder competitividad.

—¿Pero prevén exportar más o menos en 2022?

—Proyectamos un leve crecimiento en volumen de entre 4 y 5%.

—Arcor cumple 70 años. ¿Cuáles fueron los hitos más importantes para la empresa?

—Si tuviera que mencionar momentos claves sería, por un lado, cuando logramos concretar las primeras exportaciones, que fueron el punto de partida de un largo proceso de desarrollo de capacidades y que nos permitió proyectarnos gradualmente hacia otros mercados. Otro hito fue el ingreso de Arcor a la región del Gran Buenos Aires, un mercado en donde lideraban las empresas importantes, todas con un interesante portfolio de productos y con buena penetración en los distintos segmentos. Por último, la expansión a otros países y las alianzas estratégicas, un modelo de crecimiento y asociación que se consolidará en los próximos años.

—¿Cuál es el balance del año?

—Este fue un año especial, porque cumplimos 70 años. Pero también en el que generamos una alianza estratégica con la empresa Ingredion para crecer en el negocio de los ingredientes en la región, lanzamos nuevas categorías y productos, como el caso de pastas secas.

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