Un estudio elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), dice que los tambos se ubican entre los que perciben menores montos por la leche que generan.

Leonardo Guercio, tambero mendocino, a quien también entrevistamos el año pasado, nuevamente se refirió al tema en diálogo con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael. “Estamos en la misma situación que el año pasado, muy atrasados con el precio de la leche porque los costos del alimento balanceado como la soja y el maíz han seguido subiendo de precio y la leche está a un precio muy bajo. Este valor lo determinan las cuatro o cinco empresas grandes que son las que le compran al productor en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, y nosotros tenemos que ir detrás de ellos; esas empresas son las que tienen las marcas más conocidas del mercado. Hoy vendemos en litro de leche a $120, y después en góndola ese mismo litro de leche cuentas $300, y además cuando las leche larga vida se están por vencer las ofertan a $150 el litro. Hay muchos tambos que están cerrando, y a medida que vaya habiendo menos leche, calculo que irán subiendo el precio a los productores. En Mendoza hay tres tambos de mediano tamaño, y algunos otros tambitos chicos que no están inscriptos; la leche que se produce en Mendoza queda acá y se la vendemos al único comprador de leche que ha quedado.

También le vendemos al público y a algunas heladerías. En el resto del país la situación es parecida, por ejemplo, en Córdoba hoy el litro de leche en tranquera de tambo se vende a $60, y con esa plata no se paga nada. Nos inscribimos en un subsidio de quince centavos por litro en el programa “Impulso Tambero”, pero hasta ahora no lo hemos cobrado. Cuando cobremos para algo servirá, pero como los productos que nosotros compramos suben un 3% o 4% por mes, mientras más tiempo pasa sin cobrar, menos sirve el subsidio”

Guercio agregó que “la base de la alimentación de la vaca es la alfalfa; la compramos en rollos a $24 el kilo, además compramos maíz y soja para dotar a los animales de energía y proteína, pero el precio varía mucho, porque la sequía sigue estando y también se ha helado el maíz. Son un conjunto de cosas que están en nuestra contra, como en otros rubros, es el productor primario es el que absorbe los costos porque sube el gas, la luz, el flete y el alimento. No hay otra, somos nosotros lo que pagamos el pato; nos salvamos un poco cuando falta leche, porque a las empresas no les queda otra que pagarnos más. Además, hay otro problema: cada vez hay más población y menos tambos, pero leche nunca falta porque hay leche que no es leche. La mayoría vienen rebajas con suero de queso, que antes se tiraba.

Ahora lo secan y hacen leche en polvo; siempre sobra leche, no se entiende muy bien porqué. No es que el suero de queso haga mal ni cosa por el estilo, pero no es leche pura. Cada vez hay menos leche y más pobladores, entonces no se explica cómo es que sobra leche. Faltan controles, porque en el envase debería decir que se trata de suero de queso con leche, entonces la gente sabría lo que está comprando”.

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