A paso firme en su plan de crecimiento está Manuka, la mayor productora láctea del país, ligada a capitales neozelandeses y donde también participa el empresario nacional Nicolás Ibáñez, quien tiene cerca del 10%.
La compañía acaba de cerrar un ejercicio 2020 donde logró crecer 32% en ventas -totalizando unos $ 52.000 millones- respecto al año anterior y apunta a seguir desarrollando su plan de mediano plazo: producir 250 millones de litros en 2025, para lo cual está invirtiendo recursos por US$ 50 millones, lo que le permitiría alcanzar el 11% del mercado en términos de volumen.
Manuka se ha ido abriendo paso desde que partió. En 2005-2006 producía del orden de 3,1 millones de litros, mientras en 2020 fueron uno 177 millones y para 2021 podrían totalizar 189 millones, equivalentes a unos $ 59.000 millones.
En este camino, además, la compañía acaba de cambiar su gerencia general, a la cual llegó en marzo Moisés Saravia, proveniente de la salmonera Australis. “Es un gran desafío”, dice el ejecutivo respecto de los planes que tiene la lechera.
La firma maneja 22.800 hectáreas propias en Los Lagos, de las cuales 15.800 buscan ser utilizadas para lecherías. Lo que producen va directo al consumo local, a través de clientes como Prolesur, Nestlé, Watt‘s, Lácteos Puerto Octay, entre otros.
En este proceso de crecimiento, la firma ha fijado el rumbo para concretar en algún momento el ingreso de capitales del mercado, ya sea a través de una eventual apertura en bolsa o emitiendo un bono.
Saravia explica que el marco de ese camino, ahora están proceso de hacer una reestructuración societaria, con el objetivo de “tener la casa más ordenada, nuestras unidades de negocio más ordenadas y separadas”.
“Estamos ordenando para potencialmente llegar a los mercados financieros en busca de un bono o una apertura en bolsa en el futuro”, sostiene.
En tanto, respecto a las consecuencias de la pandemia por Covid-19, Saravia concluye que para la firma, más allá de los efectos logísticos que se presentaron, fue un año positivo.
“La pandemia no ha afectado los planes de crecimiento”, puntualiza.
Explica que los trabajos no se vieron afectados debido a la pandemia, y que para este nuevo año, mientras el proceso de vacunación avanza, esperan que la demanda se mantenga estable.
“Esperamos un buen precio de la leche para este año”
Otro tema que ha beneficiado a la industria es el hecho de que los niveles de precio estuvieron mejor que otros años. En 2020 hubo un aumento generalizado tras los efectos de la crisis sanitaria.
Y es que solo en el caso de la lechera Manuka, los precios subieron 17% el año pasado.
Para explicar lo anterior, Saravia señala que por la pandemia se analizó un aumento de la demanda por los productos lácteos, lo cual finalmente se tradujo en que los precios crecieran.
“Pero eso no solo en Chile, internacionalmente también se vio”, agrega el ejecutivo.
Con respecto al ejercicio 2021, Saravia espera que la demanda y la producción se mantengan estables. En función de lo anterior, sostiene que “podríamos esperar un buen precio para este año también”.
Los avances de su modelo de cooperativa
Además de su crecimiento orgánico, Manuka también ha estado desarrollando un proyecto de asociatividad llamado Campos Australes. Este corresponde a un modelo de cooperativa creado en 2016, liderado por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (SAGO) y Manuka.
Saravia dice que en la actualidad ya hay 47 socios productores lecheros entre las regiones de Los Ríos y Los Lagos que participan en este modelo que busca la integración vertical de distintos actores, por ejemplo, con la producción de quesos Amaneceres del Sur y Campos de Los Lagos.
Campos Australes tiene tres líneas de negocios (comercialización, maquila de productos e integración vertical), busca agregar valor a sus socios cooperados y seguir fomentando el crecimiento y desarrollo del sector lácteo en Chile, dice el ejecutivo.