Alpina tiene yogur y arequipe, Nutresa jamones y embutidos que fabrica Hermo, Mario Hernández los bolsos de mariposas multicolores. Las tres marcas queridas de los colombianos se quedaron en Venezuela, han capoteado varios temporales, y allí siguen ahora que los vientos parecen más favorables.
Todos tienen una historia de innovación para sobrevivir y seguir adelante. Aunque Mario Hernández tuvo que cerrar su fábrica del Táchira, se quedó en Venezuela. No eran las épocas de “dame tres, dame cuatro”. Entonces, cerró la fábrica, pero abrió tiendas. Las ventas cayeron dramáticamente, pero había locales propios y bodega. “No puedo salir corriendo porque qué hago”, dijo alguna vez en una de las muchas entrevistas.
La hiperinflación golpeó las ventas, la caída del poder adquisitivo golpeó las ventas, el bloqueo internacional golpeó las ventas. Estas alcanzaron a reducirse al 10 % de lo que vendía cuando llegó al país vecino 20 años atrás. Hernández se puso al frente y produjo zapatos, y cuando la pobreza no daba para comprar uno de sus bolsos se arregló ampliando su portafolio con productos chinos.
Venezuela empezó a cambiar, y en la medida en que la economía se dolarizó de hecho, las ventas repuntaron. La clase pudiente de Venezuela que es la que demanda el producto Mario Hernández está adquiriendo no solo las carteras de las mariposas sino toda clase de productos importados en los bodegones. Hoy vende el 70 % en dólares, billete. La clase alta compra sus productos como el whisky de 20 años y los pasajes en primera clase. Lo otro es la responsabilidad empresarial para ayudar a eliminar la pobreza, algo que Hernández recalcó como un mantra en la reciente entrevista de Las2Orillas. Para rematar, tal como en Venezuela: “Aquí estoy y aquí me quedo”.
Alpina llegó con el arequipe. La gran acogida del popular dulce motivó la instalación de una fábrica en las afueras de Caracas, en 1994. La producción amplió la oferta a productos lácteos y derivados, yogur y el jugo de naranja Citrus Punch. Con éxito. En octubre de 2009 Alpina Productos Alimenticios S.A. hizo un cambio de negocio en Venezuela. Transfirió las acciones que tenía en Alpina Productos Alimenticios C.A. de Venezuela a la sociedad Vadilbex Investments Limited, en Barbados y quedó como inversionista mayoritario de Vadilbex con el 53,87 %.
Con la crisis tuvo que hacer fuertes recortes de personal, y con una gran planeación de la producción ha podido adaptarse a la disponibilidad de insumos atrapados en las reglamentaciones cambiarias y la política de importaciones. De hecho, En el 2016 Alpina tuvo que hacer en libros una provisión de saldos por cobrar equivalente a 1.395 millones de pesos porque la subsidiaria venezolana estaba sujeta a régimen oficial de giro de divisas, con fuertes restricciones. La operación ha estado encabezada por su gerente general Rolando Díaz, que en los dos últimos años se ha centrado en encontrar soluciones para ayudar al presupuesto de las familias venezolanas.
Nutresa está en Venezuela con una marca muy conocida de carnes frías llamada Hermo. Desde 1984 tiene su propia planta industrial en Santa Teresa del Tuy (estado de Miranda), con sus principales marcas: Hermo, Hermo Kids y Premier. Cuenta con su propia red de distribución en frio, y una capacidad de almacenamiento de 800 toneladas.
El éxito de Hermo, según su gerente Juan Carlos Garzón, radica en estar abiertos a los cambios que se presenten elaborando productos de excelente calidad. Hermo tiene 75 años de actividad y un gran reconocimiento de marca. Desde hace varios Nutresa ha sido consciente y ha expresado que el reto en Venezuela es mantener vivas las marcas, para poder aprovecharse de una eventual recuperación.
Esa recuperación ha empezado a tener algunos signos. De la macrocrisis de 2018 con una hiperinflación brutal, y la contracción económica de 75 % entre 2013 y 2021 se ha pasado a un crecimiento del último año entre 6 % y 8%. Este primer trimestre creció 7,8% y según la Cepal crecerá 5 % en el 2022. Las largas colas para comprar alimentos han pasado y ya no se va preso por realizar operaciones en dólares.
Las tres empresas que aguantaron el chaparrón empiezan a ver un mejor presente por las nuevas condiciones económicas de Venezuela y por la mejoría de las relaciones con Colombia tras el cambio de gobierno. Lo demás es que tras la tormenta llegue la bonanza. Es lo que está por verse.
