A fines de abril pasado, Arcor sorprendió al mercado alimenticio argentino al presentar una oferta para tomar el control accionario de Mastellone. El grupo de la familia Pagani hizo esta propuesta en sociedad con la multinacional francesa Danone en el marco de una estrategia para quedarse con el control accionario de la principal productora láctea local que inició en el 2015.
En ese año, a través de Bagley Latinoamérica, en la que ambos conglomerados poseen alrededor de la mitad del capital cada uno, desembarcó en Mastellone adquiriendo el 25% de las acciones de Mastellone a cambio de u$s25 millones.
En los años sucesivos esa sociedad conjunta fue incrementando su participación en Arcor hasta alcanzar el 49% del capital de la fabricante del Bon o Bon. Con esta nueva operación anunciada el mes pasado buscan quedarse con el resto del capital que hoy controlan el fondo Dallpoint Investment y los herederos de Pascual Mastellone.
Sin embargo, en un primer momento, los accionistas mayoritarios de la dueña de La Serenísima rechazaron ceder sus tenencias para poder negociar un mejor precio, tal como en su momento lo admitió Carlos Agote, presidente de la láctea local y fundador de Dallpoint.
Negociaciones aceleradas
En estos momentos, vendedores y compradores buscan alternativas para avanzar en la operación antes de que finalice el plazo de 30 días establecido por el contrato inicial y que se cumpliría el próximo 28 de mayo.
Elabora y distribuye un amplio portfolio de marcas como La Serenísima, La Armonía, Ser y Finlandia, en segmentos como lácteos frescos, leche fluida, crema y manteca, queso, leche en polvo y dulce de leche, entre otros.
A partir de estos datos, Arcor y Danone ya comenzaron también a analizar la estructura financiera y comercial de la láctea teniendo en cuenta los resultados del último balance general correspondiente al primer trimestre de este 2025 y en el cual evidenció un incremento del 6% del volúmen de sus ventas al mercado interno en comparación con el mismo período del 2024. Se trata de un resultado que, para los ejecutivos de la empresa, fue comparativamente superior a los indicadores del mercado de consumo masivo “demostrando una vez más la fortaleza de nuestros productos y marcas y el acierto de las innumerables acciones comerciales”.
Señales positivas
Por lo menos así se destaca en un paper redactado por el directorio de Mastellone que fue publicado en la web de la Comisión Nacional de Valores (CNV), y en el que también se reconoce una caída en las exportaciones “producto de menores stocks y de una baja rentabilidad causada por el tipo de cambio del peso frente al dólar que no acompañó el incremento de los costos de producción, a pesar de que los precios internacionales se mantuvieron sostenidos”.
De todos modos, para los actuales accionistas mayoritarios de la compañía, los resultados alcanzados entre enero y marzo pasados presentan señales positivas y contribuirán a enfrentar los desafíos a enfrentar durante lo que resta de este año.
“En este sentido, nos encontramos en la obligación de redoblar nuestros esfuerzos para eficientizar los servicios y la estructura de costos, especialmente los vinculados con la logística de distribución, dado el peso que tiene en nuestros resultados”, se señala en el informe.
Estas palabras parecen buscar justificar la necesidad de generar mejores negocios que tiene Mastellone si se tiene en cuenta que el balance de este primer trimestre muestra una ganancia integral de $2.512 millones, muy lejana a los $45.572 millones que ganó en el mismo lapso del año pasado.
Igualmente, en la empresa consideran que el inicio de este 2025 ha sido positivo en términos de ventas al mercado local y que sienta una base importante para sostener este camino hasta diciembre próximo. Además, los ejecutivos de Mastellone consideran como “clave” el rol de las exportaciones, dado que el mercado internacional presenta una sostenida demanda.
El plan de la empresa para incrementar sus ventas al exterior pasa por sostener la competitividad, pero también por un reclamo al gobierno de Javier Milei para que se puedan reducir los costos y contar con un tipo de cambio que acompañe adecuadamente las exportaciones del país.
“Creemos que las recientes medidas tomadas por el gobierno nacional sin duda son una buena señal en ese sentido”, destaca la láctea en su comunicado enviado a la CNV.
Danone con ventaja
Actualmente, Danone ya opera varias de las marcas de Mastellone, que fue comprando en años anteriores, como en 2013, cuando pagó u$s22 millones por la división de leche para niños de la compañía local, que se comercializaba bajo la marca Crecer. Pero ya en 1996 había cerrado un joint venture con el gigante francés para la producción, comercialización y distribución de yogures y postres de La Serenísima.
Del mismo modo, controla desde la década de los 90 el proceso logístico de Mastellone, por lo que la sinergia entre ambas empresas es de larga data. Estos antecedentes le darían ventaja frente a sus socios de Arcor para desembarcar con management capacitado para operar la nueva empresa láctea que surja tras fusionar sus activos locales con los de Mastellone.
Es más, desde hace tiempo que vienen trabajando en la conformación de una nueva compañía unificada, conocida internamente como “La Serenísima Unida”. El objetivo está puesto en que ambas empresas tengan una participación del 50% en esta naciente productora láctea para evitar que el control mayoritario esté de un solo lado.
Además, se pretende concentrar todas las operaciones de la marca en el país bajo una única estructura, en el marco de una operación que lleva el impulso casi total de Danone, que viene enfrentando un escenario complejo en la Argentina por la caída del consumo, presión de costos y dificultades para escalar su negocio local de productos refrigerados.
De hecho, en el 2020 el grupo estuvo a punto de abandonar el país al poner en revisión su estrategia y sus operaciones locales, incluyendo un plan de retiros voluntarios y la evaluación de sus activos. En ese momento, el objetivo del grupo europeo fue el de alinear su portafolio con sus metas globales, especialmente después de haber enfrentado desafíos en el mercado local, como la baja del consumo y el aumento de costos.
Ganar exportaciones
En este contexto, el probable desembarco en Mastellone le permitiría salir del modelo de nicho para tener peso real en el mercado lácteo local, donde la dueña de La Serenísima es uno de los principales players. A partir de este escenario es que en el mercado se considera que el gigante lácteo francés quiere jugar un rol central en la fusión operativa entre sus activos, los de Arcor y los de Mastellone.
La eventual unificación también apunta a ganar eficiencia, desarrollar una estrategia de marca más integrada y reforzar el posicionamiento frente a un contexto “desafiante” para la industria láctea argentina. En el plano internacional, el proceso derivaría en una fuerte expansión, teniendo en cuenta que en la actualidad la compañía concentra el 90% de su producción para abastecer el mercado local. La idea es internacionalizar la marca La Serenísima, que es considerado su principal activo en un entorno de fuerte competencia como el que se da en el mercado lácteo local y global.
Como paso previo, a fines del año pasado, el directorio de Mastellone autorizó un endeudamiento financiero por hasta u$s30 millones que se encontraba atado a una serie de condiciones como la de obtener u$s10 millones mediante operaciones de prefinanciación de exportaciones y/o acuerdos para operar en descubierto con los bancos con los que opera Mastellone actualmente, a un plazo de vencimiento no superior al 30 de junio de este 2025 y sin garantía.
La segunda condición es la de evaluar la emisión y colocación por oferta pública de las Obligaciones Negociables (ON) por hasta un monto equivalente a u$s20 millones, a un plazo de vencimiento no superior también al próximo 30 de junio. La tercera posibilidad es la de aprobar que, en el eventual caso que por razones del mercado de capitales la emisión de ON no sea factible en forma parcial o total, Mastellone pueda incurrir en la toma de endeudamientos bancarios en su reemplazo, a un plazo de vencimiento no mayor al 30 de junio de 2025, sin garantías.
El dinero serviría para encarar los futuros planes de inversión y de expansión que la láctea tiene en carpeta para enfocarse mayoritariamente al mercado externo o, dicho de otro modo, en el incremento de la rentabilidad de las operaciones de comercio exterior. Esto marca que, a partir de la recesión en el mercado doméstico, Mastellone puso sus esfuerzos en enfocarse en crecer “puertas afuera” liderando las exportaciones de leche en polvo, además de contar con una importante presencia en los mercados regionales, principalmente Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú y Uruguay, y también en otros mercados externos, como Argelia y China.
Con esta estrategia pudo ofrecer al mercado un nivel de calidad crediticia por encima del promedio en comparación con otras empresas locales del sector, mostrando también una mayor capacidad para pagar sus obligaciones de deuda senior no garantizada de corto plazo.