La Fundación Barbechando analizó las características de esta ley y dio ejemplos de cómo los productores podrían hasta tener que vender algo de su patrimonio para pagar el “aporte solidario”.

Alas 3.30 de la madrugada de este miércoles, la Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción al proyecto de ley que crea un “aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia”.
Un total de 133 legisladores votaron a favor del denominado “impuesto a la riqueza”, 115 se manifestaron en contra y hubo dos abstenciones.


La medida generó, ya desde antes de que fuera aprobada, amplio rechazo en el agro. En los últimos días, por ejemplo, se escucharon fuertes quejas de la Mesa de Enlace nacional y también de las entidades ruralistas de Córdoba.
La Fundación Barbechando, una ONG que se dedica a hacer un seguimiento de los temas que se tratan en el Congreso y que tienen interés para el campo, les dio respaldo a estas críticas.
En un completo informe, enumeró los motivos por los que considera que será un impuesto confiscatorio y de gran alcance para el sector agroindustrial, y todas las actividades desarrolladas por pymes y grandes empresas.
Uno por uno
En concreto, son ocho las razones por las que los productores y las pymes del agro asoman como los más perjudicados con este tributo:
1) Impacta directamente en los bienes productivos, los bienes de cambio (semillas, stock de granos, hacienda), la maquinaria y todos los demás activos que, en su conjunto, son la base de producción y desarrollo de la Argentina.
2) Alcanza a todos los activos que posea una persona humana o una sucesión indivisa, incluyendo la participación que tenga en una sociedad productiva.
3) La base imponible de este impuesto considera todos los bienes, inclusive aquellos exentos en Bienes Personales, como son los inmuebles rurales. Cuando a estos activos exentos se los valúa según la ley de bienes personales, llegar a 200 millones de pesos es una realidad mucho más cercana.
4) Los números muestran que, valuando los bienes productivos según la ley de Bienes Personales, se alcanzan los 200 millones de pesos patrimonio sin que esto signifique ser rico, sino por el simple hecho de tener capital produciendo.
5) Afecta directamente a las pymes, ya que toda empresa tiene como dueño final de su capital accionario una persona humana. Entonces una pyme productora que tiene maquinaria y bienes de cambio, además de otros activos y tiene un patrimonio de 200 millones de pesos según su último balance, forma parte de la base imponible de la persona humana.
6) No contempla ni la rentabilidad ni la liquidez disponible, por lo tanto el productor o la pyme deberá vender alguno de sus bienes para pagar este nuevo impuesto.
7) Afecta a más de nueve mil personas ya que en este cálculo inicial del gobierno se toma la base de Bienes Personales donde no se contemplan, en la mayoría de los casos, aquellos bienes que se encuentran exentos, como el inmueble rural, sociedades de capital, tenencia de bonos argentinos, tenencia de acciones de sociedades argentinas, entre otros. La realidad es que el sector tiene alrededor de 170.000 pymes que deberán hacer sus números de forma muy finita.
8) Es un impuesto confiscatorio: los gravámenes al patrimonio -Bienes Personales y el impuesto a la riqueza-, en su máxima escala alcanzan al 7,5 por ciento; es decir, que para hacerle frente al aporte, el sujeto alcanzado debe vender parte de su patrimonio.
Ejemplos
“El impuesto grava al que produce, genera empleo e invierte”, alertó Barbechando. Y citó algunos ejemplos que lo comprueban.
– Un productor que compró un campo de 800 hectáreas a cuatro mil dólares en 2019, a 50 pesos por dólar, ya tiene un activo de 160 millones de pesos por el inmueble rural. Pero también se debe contemplar el activo productivo (semillas, herbicidas, fertilizantes, stocks de granos anteriores, maquinaria propia) y alcanza el universo de los sujetos alcanzados.
– Un productor que invirtió en el desarrollo de una planta de biodiesel, con un aporte de capital en infraestructura de 80 millones de pesos, en un campo de 70 millones de pesos de valor fiscal, sumado al capital productivo, estaría en el orden de los 200 millones.
– Un productor que invirtió en una granja de cerdos de 400 madres, producción mediana, supera los 200 millones. O un productor de pollos parrilleros con seis galpones ya es alcanzado por el impuesto.
– Para el caso de productores ganaderos, el nuevo impuesto contempla todos los activos de la sociedad productora, entre otros, todas las categorías de hacienda.

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