La industria de alimentos elaborados con ingredientes vegetales en Estados Unidos experimenta un auge importante en los últimos años, según Nielsen, creciendo en el 2018 20% en comparación al 2% que logró el conjunto de la industria alimenticia, señaló la Oficina Comercial del Perú (Ocex) en Miami.
Las ventas de este segmento, conocido en inglés como plant-based foods, alcanzaron la cifra de US$ 3,300 millones el año pasado.
Dentro de esta industria, la categoría de productos alternativos a los lácteos, todos elaborados con ingredientes de origen vegetal, presentó un crecimiento explosivo, con 50% en el último año, la cual incluye quesos, leches, yogures, helados, mantequilla y nata.
En concreto, el mercado de leches de origen vegetal cuenta con el 15% de cuota en la industria lechera, con un valor en ventas de US$ 1,600 millones.
Esto contrasta con la caída de las ventas de leche de vaca, que han seguido una tendencia decreciente por varias décadas. El consumo per cápita de leche de vaca en Estados Unidos se encontraba en 247 libras (130 litros) al año en 1975, mientras que en el 2017 la cifra era de 149 libras (66 litros) anuales, teniendo que la demanda ha disminuido 12% desde el 2012.
El descenso en su consumo se debe principalmente a la asociación del producto con conceptos como el uso de antibióticos para los bovinos, maltrato animal y el grave impacto que la industria tiene en el medio ambiente.
Adicionalmente, otras razones que afectan a la demanda, de acuerdo a Food Navigator, incluyen consumidores a los que no les gusta el sabor de la leche, otros con alergia o intolerancia a la lactosa, aquellos preocupados por el contenido de grasa, y además un segmento que escoge seguir dietas veganas.
En este sentido, las alternativas en producto comprenden jugos, refrescos e incluso agua embotellada, entre otros.
Con ello, las consideradas como leches vegetales, aunque no son el mismo producto que la leche de vaca ni cuentan con los mismos nutrientes, se han logrado posicionar en la misma sección de refrigerados, compitiendo así directamente con el producto tradicional.
Leche de soya
En el año 2008, la alternativa principal correspondía a la leche de soya de la marca Silk, destinada sobre todo a un segmento de consumidores intolerantes a la lactosa. Con el paso del tiempo, la mala percepción de su sabor, junto a otros factores como el contenido de fitoestrógenos, prestó espacio a nuevas y mejoradas alternativas.
Por ello, en el 2013, la leche de almendra, que había sido introducida inicialmente en Florida por la marca Blue Diamond, sobrepasó a la soya convirtiéndose en líder en ventas de leches vegetales en Estados Unidos.
Desde entonces, el sector se ha convertido en un mercado de alta competencia, donde nuevos productos y marcas necesitan ofrecer algo especial si desean ingresar con éxito.
Hoy en día, casi la mitad de los consumidores estadounidenses agrega una bebida de leche vegetal a su cesta de la compra, y, tal y como afirma Packaged Facts, casi el 30% consume estas bebidas de forma diaria. De acuerdo a la agencia Mintel, el conjunto de la oferta incluye, como las más populares, a la leche de almendras – con 64% de cuota de mercado, leche de soya (13%) y leche de coco (12%).
Sin embargo, el mercado cuenta con espacio para otros productos innovadores que están ganando terreno, como leches de avena, arroz, nuez de la India, pecana, avellana, linaza o quinua, entre otras.
Los nuevos jugadores buscan destacar ofreciendo beneficios funcionales añadidos y sabores únicos. De hecho, tanto los consumidores de leche de vaca como los de leches vegetales están comprando más producto debido a la innovación en los sabores.
De esta forma, Mintel asegura que el 48% de los consumidores de leches vegetales son más propensos a buscar productos con sabor, el 43% será más pro bable que compre aquellas que contengan vitaminas y minerales, y el 42% las que tengan alto contenido protéico.
De igual forma, es más probable que el 46% y 33% de estos consumidores adquiera productos con ingredientes naturales e ingredientes orgánicos, respectivamente.
Por su parte, un estudio realizado por The International Food Information Council Foundation revela que el segmento de compradores potenciales de leches vegetales incluye a mujeres, consumidores que residen en la parte occidental de Estados Unidos, y aquellos menores de 45 años de edad.
Una infografía de Packaged Facts muestra la diferencia existente entre los consumidores de leche de vaca y los de leches alternativas, teniendo que, por un lado, aquellos que prefieren leche entera dentro del primer grupo, son los que menos probabilidad tienen de seguir dietas saludables.
Valor nutricional
Por otro lado, más de la mitad de consumidores de leches alternativas indican que el valor nutricional es el factor más importante en su proceso de compra de alimentos, y en el 43% de los casos buscan alimentos naturales u orgánicos.
Si bien la industria lechera pone sus esfuerzos para combatir la pérdida de ventas a través del lanzamiento de productos premium fortificados con calcio añadido, omega-3, proteína, menos azúcares, o bebidas lácteas listas para tomar, por ejemplo, algunas empresas, como Dean Foods y Danone, están invirtiendo en compañías y productos alternativos con base de ingredientes vegetales.
Este es el panorama tanto para las empresas grandes como las pequeñas, pues la oportunidad va más allá de las leches vegetales, pudiendo considerar la expansión a otros como yogures, cafés listos para beber, y nata líquida o creamer.
Es por ello que las empresas peruanas deberán estar al tanto de las oportunidades y tendencias, ya que, así como sucedió con la leche de soya, podría suceder por ejemplo con la leche de almendra debido al escaso contenido real de almendra y a que podría ser considerada más como un agua edulcorada y saborizada que una bebida nutritiva.
Factores así podrían dar cabida a nuevos éxitos en este segmento, con productos con gran potencial como la avena, la quinua, arvejas, banana, cebada, papa, maíz e incluso cannabis (hemp milk). El proceso de desarrollo de productos deberá enfocarse en un producto con buen sabor, con beneficios para la salud y una historia que contar.